Hoy más que nunca queda claro que las organizaciones requieren para sobrevivir un modelo de administración integral de riesgos, que no solo considere la rentabilidad y el uso eficiente de los recursos utilizados, sino también el rumbo estratégico, así como las implicaciones que tienen los riesgos del entorno en la trayectoria de la organización y, por lo tanto, en la posibilidad de llegar a donde se desea.
Hoy en día todos los que convivimos en el mundo laboral hemos escuchado y seguro ya tenemos en nuestro vocabulario el concepto Home office; la contingencia sanitaria que estamos viviendo (marzo-mayo 2020), nos ha hecho retomar o utilizar términos que ya de por sí se vienen utilizando; pero ¿sabemos si estamos utilizando el concepto de Home Office correctamente?
En la actualidad, la reducción en el pago de impuestos es un tema de gran importancia y preocupación para los empresarios. Lamentablemente, este se ha politizado y cuando así sucede, tiende a ser, cierto, más mediático, pero dependiendo de su tratamiento puede o no ser útil en cuanto proporcionar una posible solución que ayude.
El reto es crear políticas de mercado y un andamiaje legal que mitiguen los riesgos a que son sujetos los consumidores al utilizar sitios de Internet para realizar sus operaciones de compra y pago de diversos bienes y servicios. El hecho de contar, incluso, con un comprobante de la transacción o un comprobante fiscal brinda cierta tranquilidad al consumidor.
A la par de las generaciones en el mundo, la tecnología va avanzando y desplazando a la anterior, buscando siempre mejorar y potencializar su funcionamiento y optimizar resultados para ser mejores. Hoy nos encontramos ante un escenario donde las redes de telecomunicación se encuentran en auge y con cambios graduales notorios, desde la infraestructura base y los servicios, hasta la adaptación del usuario.
Con la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech) las Instituciones de Tecnología Financiera (ITF) tienen capacidad de operar con activos virtuales, entendidos como las representaciones de un valor digital verificable, que no se encuentran emitidos ni respaldados por ningún banco central o entidad financiera, es decir, que no tienen curso legal y, a pesar de eso, generan unidades para su intercambio debido a su aceptación por el público.
La Acción 1 del Proyecto para Combatir la Erosión de la Base y el Traslado de Bene cios (Proyecto BEPS), desarrollado desde 2013 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Grupo de los 20 (G20), permitió identi car los prin- cipales desafíos scales derivados de la digitalización de la economía. Sin embargo, no es posible delimitar con precisión la economía digital, puesto que la digi- talización ha permeado toda la economía en el mundo. El Informe Final de la mencionada Acción 1, emitido en 2015, sugirió realizar un trabajo de seguimiento adicional para enfrentar…
El empleo de dispositivos electrónicos como computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas y otros medios automatizados que permiten llevar a cabo la compraventa de productos y servicios ha revolucionado la manera de hacer negocios y ha posibilitado el surgimiento del comercio electrónico . Esta práctica ha ido en aumento sobre todo por la accesibilidad, hoy en día existente, de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), las cuales han rebasado los controles legales existentes en las distintas jurisdicciones a escala internacional, fenómeno que causa disputas por la forma de fiscalización de este tipo actividades, y que funcionan y producen efectos…
Antes de hablar de algún capítulo del T-MEC, es necesario precisar que, al momento de elaboración del presente, el Senado mexicano lo ratificó el 12 de diciembre de 2019. El Senado de los EE.UU. aprobó la ley para su implementación el 16 de enero de 2020 y solo resta que el parlamento canadiense haga lo propio, sin que se descarte, aunque no sea previsible, una segunda renegociación, como la ocurrida en diciembre pasado.
Resulta ya un lugar común referirse a los datos como el petróleo del siglo XXI. Para las generaciones pasadas los datos personales no parecen tener una mayor relevancia más allá de establecer características singulares que distinguen a una persona de otra, y para las futuras generaciones habrá que explicarles qué significaba el petróleo en el siglo XX. Pero ¿realmente tenemos que preocuparnos por cuidar nuestros datos?