Contaduría Pública enero 2022

Una vez superado el difícil momento de recesión económica, es excelente ocasión para revisar los postulados básicos de las Normas de Información Financiera (NIF) al emitir estados financieros para entender a detalle y con profundidad el impacto de su aplicación en la situación financiera que presenta la entidad para la toma de decisiones. Negocio en marcha Ante la incertidumbre económica sobre la continuidad del negocio, los escenarios que se presentaron fueron cerrar completamente, continuar parcialmente con las operaciones, o bien reestablecer en su totalidad. Debemos evaluar en una forma contundente la continuidad del negocio en forma permanente y por tiempo ilimitado. Es muy importante considerar las reducciones operativas que se implementaron, tales como disminución de la fuerza laboral, ya sea en disminución de horas de trabajo, como en recorte en el número de colaboradores, que afectará directamente en los cálculos de las remuneraciones a futuro del personal. Tenemos que revisar si la generación de flujos de efectivo se ha reestablecido por las actividades operativas de la empresa, si seguimos manteniendo una base de clientes que nos permita desplazar los bienes y servicios propios de nuestra actividad y nuestros proveedores de materias primas y productos terminados nos siguen abasteciendo adecuadamente. Debemos asegurarnos de que todos los recursos humanos se mantienen constantemente en la operación; por ende, es necesario reevaluar todos los beneficios a los empleados tanto de corto como de largo plazo y revisar si se han reestablecido sus prestaciones económicas. Las vidas útiles de propiedades, planta y equipo, nuevamente toman la dimensión original en cuanto al tiempo estimado de su utilización en buen estado para la actividad de la entidad, por lo que se puede aprovechar la ventaja para reversar cualquier registro que se hubiera realizado por deterioro en su valor. Los costos por desmantelamiento, que se pudieron haber reconocido en periodos anteriores, tendrán que recuperarse lo más pronto posible. Entidad económica Este postulado básico nos hará revisar a detalle cómo quedaron las Unidades Generadoras de Efectivo (UGE) después de una reorganización profunda del negocio, hay un “antes” y un “después” de la pandemia. Las actividades cotidianas cambiaron hasta en la misma forma de trabajar en la entidad, pues repentinamente se tuvo que implementar el home office y las reuniones que antes eran presenciales, ahora se efectúan en forma remota. Ahora, una vez superada la contingencia económica, es buen momento para reevaluar cuáles son tus activos operativos y cuáles son tus activos corporativos. Los activos operativos son los que se utilizan directamente en la operación de la entidad, mantienen la producción y venta de los bienes y servicios, estos, tales como plantas de producción y locales de venta al consumidor final se pudieron haber modificado, ya sea por reducción de la actividad o por haber cedido una parte a un tercero fuera del grupo. Los activos corporativos son los que mantienen parte de la administración del negocio, pero claramente están separados de la parte operativa, tales como oficinas corporativas en edificios distintos a la planta productiva, y pudieron haberse reducido o hasta eliminado, en caso extremo. Valuación Este postulado básico nos hará actualizar el “valor del negocio” que ha cambiado en el “antes” y “después” de la pandemia. En las circunstancias económicas actuales se presentan muchas oportunidades de compra o venta de negocios, así como posibles fusiones o reestructuras con terceros interesados. El valor razonable del negocio, con seguridad, ya cambió y es un excelente momento para recalcularlo y analizar a detalle cuáles fueron los factores que incidieron en el cambio de valor. Si en el futuro próximo no se pretende realizar una fusión o adquisición de negocio, se deberá realizar un análisis profundo de las variables económicas y financieras para optimizar el valor razonable de cada activo y pasivo. Los activos intangibles que aportan gran valor, seguramente, ya cambiaron, y en algunos casos habrán disminuido o hasta desaparecido. Las condiciones para determinar el valor de mercado de ciertos activos intangibles, tales como derechos de contratos de arrendamientos a largo plazo de locales comerciales que tenían valor de negociación han desaparecido. Los flujos de efectivo que generan las actividades de operación y las condiciones económicas para determinar el valor de la empresa deben ser revisados a fondo y analizar qué cambios importantes hubo en la valuación anterior y en la actual. Conclusión Después de superar la crisis económica y volver a la “nueva normalidad” debemos evaluar el negocio en marcha en sus operaciones: cómo se encuentran, revisar los activos operativos y activos corporativos de la entidad en la forma en que se están empleando y administrando y, finalmente, recalcular el “valor” del negocio tomando en cuenta la valuación y reconocimiento de activos intangibles con un enfoque estratégico. Debemos evaluar en una forma contundente la continuidad del negocio en forma permanente y por tiempo ilimitado M.C. y C.P.C. Benito Revah Meyohas Profesor de asignatura del Departamento Académico de Contabilidad Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) benito.revah@itam.mx Escenarios contables post pandemia DOSSIER 58 CONTADURÍA PÚBLICA 59

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