C.P.C. Luis Carlos Ledesma Villar
Consultor fiscal financiero independiente y catedrático de posgrado
lcledesma@gmail.com
Síntesis
Ante el impacto económico y social del COVID-19, muchas empresas deberán considerar el potencial deterioro de sus activos no financieros y activos intangibles de vida útil indefinida. Para ello, es necesario recurrir a las Normas Internacionales de Información Financiera y a la Norma Internacional de Contabilidad 36, las cuales establecen el marco conceptual contable que permite examinar y analizar las afectaciones que puede provocar el coronavirus en la información financiera de las compañías y la viabilidad de los activos intangibles como garantía para créditos fiscales.
ebido a la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, cualquier empresa puede resultar afectada e incumplir con las diversas obligaciones que le son sustanciales para su operación y funcionamiento en el sector económico. Por ello es importante observar si existe deterioro o plusvalía de los activos intangibles de vida indefinida que están registrados y valuados en la información financiera de las compañías y si son susceptibles de ofrecerse en garantía de los créditos fiscales en que incurra la empresa, por la falta de cumplimiento originada por una causa de fuerza mayor, como la que se vive hoy en día con el coronavirus.
La información financiera puede ser dañada por esta pandemia; de igual forma, desde la óptica de aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), puede ocurrir lo mismo con el principio de negocio en funcionamiento y los resultados de operación. Sin embargo, el punto medular es que el informe integrado de la información financiera en la actualidad se aleja del valor real de la empresa. En mi opinión, no se refleja el valor de la empresa y se distancia del valor de capitalización bursátil; por lo tanto, qué activos sufrirán deterioro y cómo utilizarlos para garantía de créditos fiscales serán cuestiones que se analizarán en este artículo.
En general, las implicaciones del COVID-19 en los estados financieros del ejercicio finalizado en 2019 constituirán hechos posteriores no ajustables (tipo 2) a menos que, en alguna circunstancia, pongan de manifiesto hechos que ya existían a fecha de cierre y que se manifiestan solo ahora.
Todo ello sin perjuicio de los informes, anexos, notas o desgloses en el reporte integrado o la memoria del ejercicio 2019, informe anual o reporte 10K, según el país de que se trate y que sea necesario incluir para no distorsionar la capacidad de evaluación de los lectores, analistas y usuarios de los informes anuales.
En consecuencia, los aspectos que se tratan a continuación afectan, fundamentalmente, a los estados financieros del ejercicio 2020.
Activos no financieros
Se entiende por activos no financieros primordialmente a las propiedades planta y equipo, así como a los activos intangibles de vida útil indefinida que, además, pueden generar plusvalía.
Análisis del deterioro con base en la NIC 36,
Deterioro del valor de los activos Muchas empresas tendrán que considerar el potencial deterioro de sus activos no financieros. La Norma Internacional de Contabilidad (NIC) 36, Deterioro del valor de los activos requiere que el crédito mercantil y los activos intangibles de vida indefinida se sometan a pruebas de deterioro como mínimo una vez al año y siempre que, como para otros activos no financieros, haya un indicador de que esos activos podrían estar deteriorados.
Un cese temporal de las operaciones, un paro técnico, la condición de emergencia sanitaria o una disminución inmediata de la demanda o de los precios y la rentabilidad son claramente hechos que pueden indicar un deterioro. Además, los nuevos requerimientos de etiquetado en México, debido a la implementación de la Norma Oficial Mexicana NOM-051, afectarán a los personajes infantiles de los empaques de productos de varias empresas, como “El Osito Bimbo”, “El Tigre Toño”, “Melvin”, así como sucedió con el “Negrito”, que ahora es “Nito”.
La reducción de la actividad económica y los menores ingresos es probable que afecten a prácticamente cualquier entidad y también representan un indicador de deterioro en el valor de los intangibles.
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