L.C.C., M.I. y M.A. Eduardo López Lozano
Director de Grupo Reingeniería Patrimonial, Integrante de la CROSS del IMCP y asesor de la CROSS IMCP Centro y miembro del Colegio de Contadores Públicos de México
gruporeingenieriafiscal2019@gmail.com
Síntesis
¿Cuándo regresaremos a la normalidad?, ¿cómo será la “nueva normalidad”? Habrá que puntualizar que, mientras no haya vacunas probadas y en cantidades suficientes en el mundo, la pandemia seguirá causando estragos en la salud, economía y sociedad; y la situación apunta a que el repunte de la actividad será gradual. Por lo tanto, este 2020 será un año perdido. En los negocios, cuando se enfrentan eventos excepcionales, los líderes deben analizar detenidamente sus herramientas, sus sistemas, procesos y, sobre todo, sus estrategias, incluso su estado de ánimo y el de su equipo y aprender a guiar en estas nuevas realidades.
El gobierno federal preveía el regreso en un gran número de municipios del país desde mediados de mayo. A partir de junio, paulatinamente, “todos iremos regresando a la actividad”, se decía.
Posteriormente, se instrumentaron medidas de higiene y protección para un regreso escalonado a la actividad, regreso que, a finales de noviembre 2020 no se vislumbra, antes bien, parece que regresaremos al confinamiento.
¿Cuándo regresaremos a la normalidad?, ¿cómo será la “nueva normalidad”?
No somos todólogos, pero debemos conocer de todo y especializarnos, y habrá que pensar en el todo y aplicar en concreto
Habrá que puntualizar dos cosas:
- Mientras no haya vacunas probadas y en cantidades suficientes en el mundo, esta pandemia seguirá causando estragos en la salud, economía y sociedad.
- Si se trata de una “nueva” pues ya no es “normalidad”. Y menos aún, la “normalidad” como la conocíamos hasta marzo 16 que se suspendieron las actividades escolares.
La situación apunta a que no esperemos que el repunte de la actividad sea como simplemente volver a encender la luz, será algo gradual, y el inicio de la nueva “normalidad” será ya no en otoño o probablemente en el invierno; en muchos sentidos, este 2020 será un año perdido.
Y comentamos de una nueva normalidad, pues en tanto no existan las seguridades en la medicina para acabar la enfermedad y la vacuna contra el virus deberemos continuar el distanciamiento social, lo que modificará de manera irreversible a diferentes industrias y afectará en muy diversas formas a los ciudadanos.
Aunque es recurrente señalar que el cambio es una constante en la vida y, por lo tanto, en los negocios, cuando se enfrentan eventos excepcionales, los líderes deben analizar detenidamente sus herramientas, sus sistemas, procesos y, sobre todo, sus estrategias, incluso su estado de ánimo y en el de su equipo y aprender a guiar en estas nuevas realidades.
Muy probablemente los estados impondrán nuevas regulaciones, incluso dentro del país, habrá nuevos protocolos médicos obligatorios; con independencia de ello, las empresas basadas en su experiencia, liderazgo, ética y valores deberán establecer medidas para cuidar la seguridad de sus clientes, proveedores y, desde luego, su personal. Veremos cambios importantes en los procesos y toda la cadena de suministros derivados de esta pandemia.
Deberemos revisar nuestros paradigmas para incorporar al personal, sin discriminar a personas con enfermedades que se denominaron “vulnerables” o personas mayores de edad; sin discriminar a los jóvenes e integrar equipos de diferentes edades; sin discriminar a aquellos que padecen enfermedades y que podrían ser excluidos de la contratación, lo que sería lamentable.
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