Experto en la gestión del gobierno corporativo
Cuenta con más de 25 años de experiencia en el área de auditoría en Salles Sainz Grant Thornton, experto en materia fiscal y en el sector de empresas familiares. Asesor y consejero independiente certificado en gobierno corporativo por el Instituto Mexicano de Mejores Prácticas Corporativas, expresidente del Colegio de Contadores Públicos de Guadalajara Jalisco del IMCP, profesor de auditoría en el ITESM. Autor de diversos artículos, conferencista en foros y encuentros de discusión sobre este tipo de negocios en México
Para su servidor es un honor, en nombre del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), platicar con usted y compartir su vasto conocimiento sobre el gobierno corporativo en las organizaciones. El objetivo de esta charla es conocer la relevancia de este tema y su implementación para el éxito y sostenibilidad de las empresas. En este sentido, ¿qué es el gobierno corporativo y por qué es importante tener esta estructura en las empresas?
El gobierno corporativo es un esquema que viene a revolucionar la cultura empresarial. Se trata de convertir a un negocio en un organismo institucional, formal, que no dependa de ciertas personas en específico (como sucede, en muchos casos, con el fundador o dueño de un negocio), sino de puestos clave que son operados por personas. En otras palabras, el gobierno corporativo le da la capacidad a cualquier empresa de funcionar de manera óptima, a pesar de que las personas que ocupan los puestos clave cambien, ya sea porque fueron ascendidas, porque emigraron a otro negocio o porque llegó la hora del retiro.
El gobierno corporativo imbuye transparencia, confianza y eficiencia en la rendición de cuentas de una empresa al establecer un conjunto de normas, principios, políticas y procedimientos que regulan la estructura y el funcionamiento de los órganos de gobierno de una empresa. Es decir, establece las relaciones entre la asamblea de accionistas, el consejo de administración, la dirección y las demás partes interesadas. Asigna facultades y responsabilidades para la toma de decisiones, y ayuda a que la empresa crezca con rentabilidad, cumpliendo con su misión, visión, valores y objetivos estratégicos, garantizando así su continuidad.
El gobierno corporativo propicia la eficiencia organizativa en la medida en que establece los objetivose indicadores explícitos a los que se les hará seguimiento, supeditando la continuidad de los administradores al cumplimiento de los mismos. Debido a esto el uso de los recursos de las empresas, tanto de las públicas como de las privadas, debe estar enfocado de manera exclusiva en la mejora de los indicadores estipulados, dificultando considerablemente el empleo hacia usos inútiles de los mismos.
¿Por qué es crucial adoptar un gobierno corporativo?
Las buenas prácticas en gobierno corporativo aportan seguridad económica y jurídica, dos aspectos muy importantes para asegurar el crecimiento sostenible de cualquier empresa. Además, es un elemento clave para fomentar la confianza de los inversionistas y terceros interesados (también llamados stakeholders), garantizando que hay orden y confiabilidad en los procesos de toma de decisiones; y no se diga que ayuda a cumplir con la labor socioeconómica de la empresa: generar y mantener fuentes de empleo.
El valor de la empresa también se incrementa como resultado de la adopción de las mejores prácticas de gobierno corporativo, pues fomentan un sistema de control interno, lo que a su vez conduce a mayores márgenes de ganancia. Asimismo, estas iniciativas hacen que sea posible atraer a los inversionistas de rentas variables: si dos compañías tienen registros financieros comparables, los inversionistas institucionales prefieren invertir en la que ha demostrado una trayectoria probada como una empresa que tiene gobierno corporativo.
Finalmente, el gobierno corporativo es necesario porque proporciona una estructura para el establecimiento de objetivos en la planeación estratégica de la empresa, y determina los medios para alcanzar dichos objetivos, medirlos y supervisar su cumplimiento. Si se logra incrementar la cultura de buen gobierno corporativo en la sociedad en general, y más empresarios lo implementan, sin duda se podría mejorar sustancialmente el desempeño de la economía nacional y el crecimiento del PIB. Si México gana una buena reputación por sus fuertes prácticas de gobierno, habrá mayor confianza en los inversionistas, lo que a su vez conducirá a un buen flujo de capital. Por lo tanto, las buenas prácticas de gobierno corporativo pueden ser beneficiosas para la economía nacional.
¿Cuál es el valor llave en la gestión con una estructura corporativa?
El crecimiento del PIB en México ha estado por debajo de la media, comparado con otros países emergentes. El interés general acerca del tema es que, sin duda, puede ser la llave de entrada para que las empresas tengan una mayor eficiencia, eficacia y efectividad en la gestión de sus recursos y, por lo tanto, un ciclo de vida mayor al promedio estadístico, adoptando las mejores prácticas de gobierno corporativo que coadyuven al crecimiento del mercado interno, la generación de empleos y una mayor recaudación de impuestos. Otra llave consiste en conocer y aplicar el nuevo Código de Principios y Mejores Prácticas de Gobierno Corporativo del Consejo Coordinador Empresarial, publicado recientemente, y aplicar el cuestionario para conocer el grado de adhesión que tiene la empresa al modelo de gobierno corporativo, para conocer la situación actual y de ahí partir con su implantación.
¿Cuál es su experiencia en la implementación del gobierno corporativo?
Mi experiencia es en dos sentidos: una como consultor y la otra como consejero independiente en consejos de administración de empresas no públicas. Adicionalmente, formo parte del consejo de mi firma desde hace 16 años, y estas actividades me han ayudado a ir conociendo más y más la ventaja de tener una buena estructura de gobierno corporativo que, efectivamente, se lleve a la práctica de manera formal, principalmente para beneficio de la propia empresa y, en consecuencia, para sus dueños o accionistas. Aunque mucho de esta profesión tiene que ver con la experiencia, es muy importante capacitarnos continuamente en este tema, que es muy delicado.
¿Cuáles han sido las debilidades u oposiciones de los empresarios ante el gobierno corporativo?
Creo que uno de los principales obstáculos es la creencia generalizada de que el gobierno corporativo implica una implementación muy onerosa y, por lo tanto, ni siquiera llegan a cotizar estos servicios (es más, ni siquiera los cotizan). Segundo, los empresarios tradicionales sienten que pierden poder, al ya no ser los únicos que toman todas las decisiones de importancia en su empresa. Tercero, el desconocimiento total del tema, que creo que es uno de los más graves, pues, al no saber que existe y cómo funciona, no hay posibilidad de que lo adopten.
¿Nos puede hablar de algunos ejemplos, en general, de implementación del gobierno corporativo? Sobre todo, ¿cómo ha sido aceptado por los fundadores?
Tengo experiencia con fundadores (principalmente de empresas familiares) que lo implementaron, lo aceptaron, lo respetaron y lograron grandes resultados; por ejemplo, un crecimiento en ventas de 50 por ciento y un incremento anual de su utilidad operacional de 20 por ciento. Y no se diga avanzar de manera categórica en la instrumentación del delicado tema de la sucesión.
Hay otros casos que me ha tocado vivir, en los que a la mitad del camino decidieron no continuar con el proceso, o que solo llegamos a la etapa de tener un consejo consultivo no formal (son la mayoría de las empresas las que no se atreven a dar el salto a establecer un consejo de administración 100 por ciento formal, por la responsabilidad legal que conlleva).
Lo que sí te puedo decir con toda certeza es que los dueños que lo han hecho, que han estado convencidos del gobierno corporativo y que lo aplican, han obtenido ventajas competitivas que su competencia no tiene, por ejemplo, un mayor acceso a financiamiento y mejores tasas de interés.
Los fundadores de empresas, ¿aceptan las sugerencias de los descendientes?
En cuanto a la relación entre fundadores y sus hijos, te podría decir que no hay una regla única; depende mucho del perfil del propio fundador y si existe ya una buena relación y comunicación entre este y sus hijos. Sin embargo, en la mayoría de los casos no es difícil trabajar entre padres e hijos, principalmente cuando la formación es muy diferente y cuando tienen diferentes visiones y formas de hacer las cosas. Ahora, cada fundador tiene su estilo de gobernar su empresa. De este estilo personal también depende el grado de facilidad o dificultad de su eventual proceso de sucesión y, por lo tanto, de la implementación del gobierno corporativo.
A manera de ejemplo, puedo compartirte cuatro perfiles de dueños que me ha tocado conocer con los años. De forma ejecutiva describo los cuatro siguientes, por ejemplo, Los monarcas: su palabra es la única verdad, suelen ser personas empíricas y controladoras; son estrictas y no delegan responsabilidades a sus hijos para manejar la empresa. Los monarcas no dejan el cargo a menos que se vean obligados por la muerte o por un motín interno, ya sea en forma de dimisión de los altos ejecutivos, la acción directa de la Junta Directiva o de un ultimátum de la Alta Dirección. En la mayoría de los casos, se les aconseja a los hijos de estos fundadores que se marchen cuanto antes de la empresa porque nunca serán lo suficientemente buenos a los ojos de su padre para sucederlo.
Los generales: este tipo de fundadores presenta un ego empresarial muy fuerte. La empresa es su vida y esta se asemeja a la vida militar. Dejan el cargo solo si se les obliga. Si lo dejan voluntariamente, planean un regreso al poder, salen del retiro para rescatar a la empresa de la ineptitud real o imaginaria de sus sucesores. Estas personas suelen ser muy complicadas; por esto se sugiere que sigan en la empresa con un rol alejado del poder ejecutivo de las labores diarias e internas del mismo; puede ser en el desarrollo de nuevos productos, en la apertura de locales comerciales en el exterior, o con cargos como la presidencia de la Junta Directiva.
Los gobernadores: son fundadores con mucho espíritu social, buscan mantener la unidad familiar y ya no se preocupan por quién los va a suceder, pues saben que otra persona puede dirigir la empresa. Tienen un mandato limitado y después parten a otros asuntos. Suelen hacer una ruptura limpia con la empresa, manteniendo poco contacto al retirarse.
Los embajadores: la sucesión con este tipo de fundadores es un proceso agradable y sin traumas, ya que dejan la empresa voluntariamente y mantienen contacto en calidad de asesores. Su salida es airosa y su interés por mantener un papel en la empresa es para ayudar en el proceso de transición. Muchos mantienen posiciones en el consejo de administración.
Como puedes ver, no hay receta de cocina para la sucesión, cada caso es único y como tal debe ser tratado en su caso por el consultor que los apoye, dependiendo del perfil del fundador, de su sucesor y de la empresa.
¿Cuáles son las implicaciones legales y contractuales del gobierno corporativo?
Las que establecen las propias leyes, como la Ley [General] de Sociedades Mercantiles, la Ley del Mercado de Valores y el Código Fiscal [de la Federación], entre otras; pero principalmente la responsabilidad fiduciaria ante terceros por el buen o mal manejo de la empresa, en el caso de los miembros del consejo de administración, que son parte fundamental en la estructura de gobierno corporativo. Por lo tanto, es indispensable tener un buen sistema de administración de riesgos y control interno que permita mitigar los efectos legales de una mala práctica o un fraude. En México, la transferencia de la propiedad de una empresa, vía sucesión testamentaria, donación o fideicomiso, es una manera económicamente muy eficiente de transferir las acciones del capital social de una empresa de una generación a otra. Esto se logra de manera óptima cuando se ha adoptado una estructura de gobierno corporativo, pues la metodología de la transferencia de acciones se establece por medio de los estatutos sociales de la empresa.
¿Qué recomendaría a los accionistas de una empresa o a su fundador con respecto de la implementación del gobierno corporativo?
Que no tengan miedo de implementar el gobierno corporativo y se atrevan a dar el primer paso investigando en qué consiste y después que busquen asesoría para ponerlo en práctica de manera efectiva.
Los costos e inversión de su implementación son mínimos en comparación de los beneficios que les va a traer a sus empresas y sus herederos en todos los aspectos, desde incrementar el valor de la empresa hasta evitar conflictos entre los diferentes roles, puestos y actores en la estructura organizacional y de toma de decisiones de una empresa.
La mejor forma de agregar valor en un negocio es por medio de la participación de los consejeros en la definición de la estrategia, así como de una dirección que ejecute de manera efectiva las decisiones del Consejo y que sea capaz de definir los roles.
Que la exitosa articulación de las normas de gobierno corporativo en una empresa tiene como resultado una serie de beneficios que son bastante predecibles. Evidentemente, las prácticas de buen gobierno reducirán los gastos y ampliarán la visión de mercado y, por lo tanto, aumentarán el valor de las acciones.
La toma de decisiones bien gestionada desde un orden en su gobierno demuestra su eficacia aumentando la competitividad de la empresa, generando valor y potencializando su continuidad.
Mtro. José Mario Rizo Rivas, muchas gracias por darnos a conocer su valiosa experiencia sobre este tema, la cual enriquece a nuestra profesión y a la comunidad contable del país.
Entrevista Por Dr. Carlos Enrique Pacheco Coello|Docente, Consultor e Investigador|PCoello@correo.uady.mx
José Mario Rizo Rivas|Experto en la gestión del gobierno corporativo|
Fotografía Cortesía De José Mario Rizo Rivas