Dr. Miguel Calzada Mezura
Profesor Asociado del Departamento de Contabilidad y Finanzas de la Universidad de Monterrey
miguel.calzada@udem.edu.mx
Dentro de la contabilidad financiera existen ciertos costos sujetos a ser capitalizados principalmente como parte de un activo fijo o un activo intangible. Sin embargo, antes de comenzar con la parte normativa se tiene que definir el concepto de capitalización y cómo es usado en la nomenclatura de la contabilidad
La palabra capitalización dentro de la contabilidad se entiende como el monto a ser registrado como parte de un rubro en el balance general. Contrario a lo que se piense, la palabra capitalización, aun cuando se registra como parte de un activo, no significa que dejará de reconocerse en los resultados de la empresa, en cierto momento pasará por el estado de resultados, pero no de manera inmediata y bajo un esquema de amortización o depreciación definido por la administración de la entidad.
Como ejemplo de lo anterior, asuma que una entidad compra una maquinaria con una vida útil similar a la del resto de sus activos. Sin embargo, para dejarla lista para su uso dentro de la empresa, la entidad tiene que incurrir en costos de servicios de instalación; es decir, la empresa puede capitalizar el costo de dichas instalaciones como parte del costo de la maquinaria y reconocer los costos de la instalación como parte de la depreciación de la maquinaria durante su vida útil en el estado de resultados.
Activos intangibles
En el caso de la capitalización de costos para activos intangibles, la información financiera solo reconoce el software internamente desarrollado como activo intangible, a aquellos desarrollos que tienen la finalidad de enfrentar las necesidades futuras de la compañía y que generen un beneficio económico futuro para la misma.
Para lograr establecer el costo del software de uso interno, tanto la normatividad contable internacional como la normatividad contable mexicana, divide el desarrollo del software en dos fases: investigación y desarrollo. La primera fase se define como la búsqueda planeada con el propósito de adquirir nuevos conocimientos que permitan una mejora en procesos existentes. Asimismo, el desarrollo comprende la aplicación de los resultados encontrados en la fase de investigación para la producción de nuevos sistemas entre otros, y solo el desarrollo forma parte de una capitalización de activo intangible.
Capitalización de costos en activos intangibles
La NIF C-8, Activos intangibles, menciona que los costos involucrados en la fase de investigación no pueden ser parte de un activo intangible; es decir, se reconocen en los resultados del periodo al momento en que se incurran. Sin embargo, los costos de desarrollo son sujetos a capitalizarse como parte de los activos intangibles, y luego serán sujetos de amortización, en función de la vida útil previamente definida, o bien, sujeto a pruebas de deterioro, en el caso de que la vida útil sea indefinida.
Una de las mayores complicaciones en la contabilidad es identificar cuándo es parte de la investigación y cuándo del desarrollo. La tabla 1 (sig. pág.) muestra por procesos las diferentes fases en el desarrollo interno del software y cuáles costos deben capitalizarse como parte del activo intangible y aquéllos que deben reconocerse en los resultados al momento en que se incurran.
En adición, en cuanto a la decisión sobre qué costos capitalizar, la comparabilidad se ha vuelto un tema muy objetado por los usuarios finales de la información financiera. La raíz es que la NIF C-8 exige que, para capitalizar estos costos de desarrollo de software, las empresas deben mostrar un beneficio económico futuro. Asimismo, las empresas tienen que trabajar y convencer con información proyectada la idea al auditor haciendo que la capitalización sea complicada y más allá de que solo sea la complicación, cada firma de auditoría tiene sus reglas, por lo que quizá el mismo gasto, bajo dos firmas de auditoría, sea reconocido de manera distinta, logrando hacer a la contabilidad ambigua y difícil de comparar entre dos empresas.
Activos fijos
Son aquellos bienes utilizados en el curso normal de operaciones, usualmente son de larga duración, cuentan con sustancia física y brindan un beneficio económico para la entidad en un futuro. Los activos fijos en la contabilidad pueden generar diferentes tratamientos contables entre los que destacan los siguientes:
- Monto del activo fijo: la determinación del monto a ser reconocido como el activo fijo, al inicio se ve influenciado por distintos factores, como: la capitalización de ciertos costos de instalación, impuestos, retiro de los mismos, entre otros.
- Componetización del activo: aunque este tema es nuevo en la normatividad financiera mexicana, ya tiene varios años de acuerdo con las IFRS (Normas Internacionales de Información Financiera). La idea es “descomponer” el activo principal en sus componentes principales para depreciarlo de acuerdo con distintas vidas útiles, por ejemplo, un camión puede “descomponerse” en distintas partes, depreciando en función a motor y al resto del camión, donde al motor se le dará una depreciación en función de su particular vida útil y al resto del camión otra, además de que tendrán diferentes valores de rescate. Con esto, lo que se busca es ser más justos en la depreciación de los activos principales de la empresa.
- Mejoras o mantenimiento: en este punto la empresa tendrá la tarea de definir qué costos forman parte de un mantenimiento normal y cuáles representan una capitalización al activo por una mejora. En el caso de la capitalización de mejoras, la contabilidad es más estricta y requiere que los costos incurridos en dicha mejora, al menos, presente una de las siguientes características: a) incrementar la vida útil del activo en cuestión; b) aumentar la capacidad de producción del activo; c) mejorar la calidad del producto final, y/o d) aumentar el valor del activo. Este punto se detallará más adelante.
- Reclasificaciones: se refiere a situaciones en las que los activos fijos se tienen que reclasificar a activos disponibles para la venta, activos en desuso, etc., situaciones que hacen que los activos fijos se tengan que revaluar, así como verificar las reglas contables específicas a esta situación.
- Método de depreciación y su valor de rescate: la mayoría de las empresas utilizan el método de línea recta para asignar su depreciación. Sin embargo, para ello tienen que definir en el día 1, la vida útil del activo, situación que no es nada sencilla y que penosamente el activo durará lo que se designa como la vida útil. Como ejemplo, podríamos citar una planta, a la cual se le asigna una vida útil de 35 años, aunque difícilmente la planta durará estos años, debido a que pueden pasar muchas situaciones que hagan que se alargue la vida útil del activo o que se reduzca, haciendo subjetiva esta depreciación.
Capitalización de costos en activos fijos
Cuando una empresa compra un activo fijo, no solo se puede reconocer el costo que la entidad ha pagado por él. Asimismo, se pueden incluir los costos asociados al activo y capitalizarlos como parte de este. Los principales costos que pueden capitalizarse como parte del activo son los costos de registro de propiedad del activo. Además, los costos de fletes, seguros en la transportación del activo e impuestos incurridos para traer el activo a las instalaciones de la compañía forman parte del costo contable del activo fijo. En cuanto a servicios, se incluyen costos tales como los costos de instalación del activo y los costos de pruebas, así como los materiales.
Mejoras a los activos fijos
No obstante que la regla es muy estricta para capitalizar costos a un activo fijo que ya está en uso, existen excepciones que hacen que un costo por servicio se pueda capitalizar como parte del activo en cuestión. Como ya se mencionó, para capitalizarse, la erogación debe tener al menos una de las siguientes características: a) incrementar la vida útil del activo en cuestión; b) aumentar la capacidad de producción del activo; c) mejorar la calidad del producto final, y/o (d) aumentar el valor del activo. A continuación se presentan algunos ejemplos:
- En el caso de que un mantenimiento no incremente la vida útil o el valor económico del activo, el costo debe ser reconocido inmediatamente en los resultados del periodo en cuestión.
- En el caso de que el monto sea representativo e incremente la vida útil del activo en cuestión, sin duda, debe capitalizarse mediante una disminución de la depreciación acumulada del activo.
- En el caso de costos por cambios de ubicación del activo, no podrán ser capitalizados a menos de que se demuestre un beneficio económico futuro por dicho cambio.
Conclusión
Los costos de servicios que se pueden capitalizar son aquellos que involucran un activo fijo o un activo intangible; es decir, como regla general, los costos que se capitalizan son los que brindarán un beneficio económico a la entidad y se refieren a costos que incrementen la vida útil del activo en cuestión, aumenten su capacidad de producción, mejoren la calidad del producto final y/o aumenten el valor del activo.