Mtro. Ricardo González Escobar
Director de Desarrollo para México del Instituto About my Brain
Vicepresidente de la Red Latinoamericana de Conferencistas
rgonzalez@coachricardogonzalez.com
El mundo de los negocios cambia constantemente, los requerimientos ejecutivos solicitados a los líderes de las organizaciones se han elevado a grandes niveles de competencias ejecutivas. Hasta hace algún tiempo se consideraba dentro de la personalidad del líder, la perfecta realización de todas las funciones ejecutivas y sin mostrar un rasgo de vulnerabilidad.
Etimológicamente, vulnerabilidad proviene del latín, pues está conformada por tres partes latinas claramente diferenciadas: el sustantivo vulnus, que puede traducirse como “herida”; la partícula –abilis, que es equivalente a “que puede”; y, finalmente, el sufijo –dad, que es indicativo de “cualidad”.
De ahí que vulnerabilidad pueda determinarse como “la cualidad que tiene alguien para poder ser herido.1
El líder se desenvuelve en diferentes ambientes, en los cuales su papel es fundamental para encauzar los esfuerzos de su equipo de trabajo y representar a su compañía eficientemente.
La presión social es muy grande y es necesario implementar las estrategias necesarias para el buen funcionamiento de su cuerpo y mente.
El Consejo Mexicano de Neurociencias, en el artículo “Neuropsicología de lóbulos frontales, funciones ejecutivas y conducta humana”, menciona que
[…] los lóbulos frontales representan el “centro ejecutivo del cerebro”.
El daño o la afectación funcional de los lóbulos frontales tiene consecuencias muy heterogéneas e importantes en las conductas más complejas del humano, desde alteraciones en la regulación de las emociones y la conducta social, hasta alteraciones en el pensamiento abstracto y la metacognición.2
Algunas de las funciones que se encuentran dentro de la corteza prefrontal son “la planeación, el control conductual, la flexibilidad mental, la memoria de trabajo y la fluidez”.3
Cuando se presentan alteraciones en los lóbulos prefrontales se afectan las funciones ejecutivas de líder y deberán considerar el desarrollo de estrategias que permitan la recuperación al 100% de las funciones cerebrales del ejecutivo.
El líder con conexión
Brené Brown, autora de libro Frágil: El poder de la vulnerabilidad, menciona que “la habilidad de sentirnos conectados, se encuentra en nuestra programación neurológica”.4
La naturaleza social del ser humano implica que debemos desarrollar conexión con nuestros pares para desenvolvernos en los diferentes ambientes donde participamos. Un líder actual debe tener coraje, desarrollar compasión, tener conexión y aprender el manejo de la vulnerabilidad.
El sentimiento de no ser suficientemente bueno, inteligente, proactivo, amado, nos hace sentir miedo, nos hace vulnerables al rechazo de la sociedad o de nuestros jefes o colegas.
Kim Ellis, autor del artículo “Leading a New Generation Leading with Vulnerability”, escribe: “Todos en alguna ocasión nos sentimos vulnerables, pero para los líderes la presión de desarrollarse en altos niveles significa que están renuentes a admitir debilidad, incluso nosotros
mismos”.5
Es necesario dar un nuevo sentido a la vulnerabilidad, pues el líder deber sentir confianza al mostrarse vulnerable. Dentro de una situación adversa podemos encontrar el coraje para innovar estrategias y soluciones, mejorando la conexión con nuestro entorno.
Asimismo, el desarrollo de la compasión incrementa la amabilidad, conciencia, empatía y, en resumen, estas habilidades sociales traen beneficios en cuanto a innovación, creatividad y pertenencia al equipo de trabajo.
Ellis menciona tres elementos claves para sacar provecho de las situaciones adversas en las “habilidades de liderazgo”:
- Admitir que no tenemos todas las respuestas.
- Aceptar la vulnerabilidad como parte del liderazgo.
- Dar apoyo e impulsar la vulnerabilidad en tu
equipo de trabajo.6
Ejercer nuestro liderazgo, con un sentido más humano, implica tomar los riesgos para afrontar todo lo que no se puede controlar. Asimismo, podemos practicar la gratitud y la dicha de estar vivos, ser más amables y considerados con nuestro entorno; la escucha activa y comprender que, siendo seres humanos imperfectos, somos suficientes para pertenecer y ser aceptados.
Pérez Porto, J. y Merino, M. (2013). “Definición de vulnerabilidad”. Definicion.de. Disponible en: https://definicion.de/vulnerabilidad/.
2 Consejo Mexicano de Neurociencias (2018, 9 de noviembre). “Neuropsicología de lóbulos frontales, funciones ejecutivas y conducta humana”. Consejo Mexicano de Neurociencias. Disponible en: .
3 Ibidem.
4 Brown, B. (2013). Frágil: El poder de la vulnerabilidad. Urano.
5 Ellis, K. (2018, 15 de mayo). “Leading a new generation – Leading with vulnerability”. About my Brain. Disponible en: .
6 Ibidem.