Contaduría Pública Febrero

que financió al Renacimiento artístico, a orillas del Mediterráneo. Lo importante son las construcciones que elaboramos en torno a la partida doble, los conceptos que manejamos, las reglas de funcionamiento, que en su conjunto configuran la disciplina a la que llamamos Contabilidad, y estas construcciones sí que han cambiado y muy notablemente. Moviéndonos en el ámbito teórico, la principal transformación es la adopción del llamado paradigma de utilidad, núcleo conceptual en torno al que se mueve actualmente nuestra disciplina. El suministro de información útil para la toma de decisiones, más que la mera medición del beneficio sin finalidad concreta, es el principal motivo que justifica ahora nuestra existencia como expertos contables. Este cambio, aparentemente simple, ha revolucionado la investigación y la epistemología contable, pues priman ahora más los aspectos relacionados con esa dimensión comunicacional que los relativos al registro. ¿Puede especificar las consecuencias para nuestra disciplina en esa búsqueda de utilidad para la información financiera que elabora la Contabilidad? Sí, con mucho gusto, porque me parecen importantes para conocer la situación actual de nuestra disciplina. En primer lugar, se han perfeccionado los instrumentos que utilizamos para la elaboración de reglas. La entrada en el paradigma de utilidad nos ha obligado a definir de manera precisa y específica la utilidad perseguida por la información, así como la manera de conseguirla. Es decir, debemos formular sus objetivos, así como exigir a la misma el cumplimiento de unos requisitos también denominados características cualitativas, todo lo cual ha influido en el rigor aplicado a la manera de obtener la información financiera. Los Marcos conceptuales, producto típico de esta etapa, han sido un importante instrumento para incrementar el nivel de la información financiera, tanto en calidad como en cantidad, y el rigor con el que se confecciona. Además, en este mismo ámbito del diseño conceptual o teórico como consecuencia del paradigma de utilidad nos hemos dado cuenta de que pueden existir diferentes sistemas contables en función de los objetivos que previamente se establezcan para cada uno de ellos. Ello significa que ya no concebimos la Contabilidad como un sistema cerrado, sino como un conjunto de reglas que forman el núcleo de la teoría general, que pueden después aplicarse para la construcción de una amplia variedad de diferentes sistemas. Quisiera mencionar un par de hechos importantes dentro de los efectos e implicaciones del paradigma de utilidad: me refiero, en primer lugar, al auge de la investigación empírica, especialmente en el último cuarto del siglo XX. De este modo, si los años sesenta se caracterizaron por ser la edad de oro de la investigación a priori en Contabilidad, los años ochenta hasta el cierre del siglo, son la edad de oro de la investigación empírica en nuestra disciplina. Además, dejo para el final, lo que posiblemente sea el efecto más importante: me estoy refiriendo al nacimiento del concepto de responsabilidad social en Contabilidad. Desde un enfoque en el que primaba el punto de vista del propietario del capital, hoy por hoy cada vez nos interesan más, tenemos más en cuenta al construir reglas, los valores sociales y la coherencia de nuestra disciplina con ellos. Precisamente, esa inserción social es la razón principal que ha hecho surgir un concepto muy interesante, que cada vez se abre paso con más fuerza entre quienes nos dedicamos a la Contabilidad, tanto en las aulas como en la primera línea de fuego, en la trinchera de la profesión, me refiero a la vinculación entre Contabilidad y desarrollo económico. Contabilidad y desarrollo económico, interesante relación. ¿Puede profundizar más en esa idea? Por supuesto, es un planteamiento muy interesante e importante, en el que he insistido mucho en mis trabajos y en mis clases con mis alumnos, tanto es así que cuando comienzo un nuevo curso lo primero que les digo a mis estudiantes es que en Contabilidad trabajamos y, por tanto, ellos van a trabajar también para el desarrollo económico, y les advierto que esa es la lección más importante que puedo impartirles y que ellos pueden aprender a lo largo de la carrera. La justificación de esta vinculación es simple e incuestionable: los expertos contables generamos, o participamos de algún modo en la generación de información. Esta información es soporte de las decisiones económicas, que hace posible la inversión. De este modo, la información elaborada por la Contabilidad contribuye, como importante herramienta, a que la actividad económica discurra por sus cauces adecuados, de manera que se genere renta y, con ello riqueza y, lo que es no menos importante, que se distribuya de la manera más adecuada posible. Pero, la generación de riqueza y de renta se vincula con el mantenimiento del desarrollo económico, e incluso con su incremento. Por tanto, en la medida en que, mediante la información contable, contribuimos a generar renta y riqueza, estamos contribuyendo también al desarrollo económico. Como fácilmente es posible apreciar, se trata de una relación mutua de causa-efecto: la contabilidad impulsa el desarrollo económico, pero al mismo tiempo, este último hace crecer a nuestra disciplina. El hecho de que la mejora de la información contable coadyuva al desarrollo económico de los países es una hipótesis que cada vez tiene más aceptación en el contexto internacional, desde que fuera formulada y sostenida por el profesor Enthoven en 1965, en un trabajo inicial, ampliamente conocido y divulgado, así como en otros muchos posteriores. En efecto, el aumento de la cantidad y calidad de la información empresarial en las décadas de los años sesenta y setenta, en algunos países en vías de desarrollo, fue uno de los factores de crecimiento económico, contribuyendo a explicar la mejora del producto nacional, de la inversión y de la distribución del ingreso. Al mismo tiempo, y en efecto de acción y reacción mutuo, los avances en la Contabilidad mejoraron las cifras macroeconómicas. Países europeos como España, Grecia o Portugal son claros ejemplos de esta tendencia propiciada desde los poderes públicos, y apoyada e incentivada por el surgimiento de colectivos profesionales de expertos contables, cada vez más relevantes en la vida económica. En ocasiones se menciona que la tecnología sustituirá muchas labores del profesional contable, ¿cuál es su opinión al respecto? Sin duda las tareas de registro están siendo progresivamente asumidas por las máquinas. El futuro del Contador está en el mantenimiento y desarrollo de su capacidad para la interpretación de datos y para su adecuada utilización como soporte de la toma de decisiones, tanto directamente como a través del asesoramiento a terceros. Además, al mismo tiempo, a la vez que el registro es cada vez menos importante, surgen nuevas formas y figuras económicas, nuevos cometidos y funciones del experto contable, de forma que si la tarea disminuye por un lado, puesto que ya no se hacen apenas funciones de registro, por otro lado aumenta su actividad en la medida en que se van abriendo nuevas áreas para la misma. En este sentido, desde hace varias décadas, cada vez existen más ámbitos nuevos para el ejercicio profesional del Contador, de modo que su trabajo es requerido en áreas progresivamente diferentes, más amplias, y menos próximas a su papel inicial en torno a la Contabilidad. Basta con revisar cualquier manual de procedimiento de algún instituto profesional para darse cuenta de las importantes misiones que en la actualidad se confían al experto contable en general y al auditor en particular, en infinidad de áreas, algunas novedosas, como es la información de carácter social. Como muestra de la constante ampliación del ámbito de las actuaciones del experto contable, aunque podría citar otros muchos, me parece especialmente significativo el acuerdo provisional de la Unión Europea para establecer las nuevas normas sobre los informes de sustentabilidad de las empresas. Interesante este último punto, ¿cuál es el papel del experto contable en esas normas de la Unión Europea sobre información empresarial en materia de sustentabilidad? Efectivamente, es una novedadmuy importante que se ha gestado en los últimos meses en el marco del denominado Pacto Verde Europeo. Se trata de unas nuevas normas sobre los informes de sostenibilidad corporativa de las empresas en la Unión Europea, que se espera vea la luz como propuesta de directiva en las próximas semanas (CSRD, Corporate Sustainability Reporting Directive). Con este proyecto, la Unión Europea persigue reforzar la acción en favor de las personas y el planeta, con una clara ambición social y medioambiental. Esta directiva aborda las deficiencias de las normas vigentes sobre divulgación de información no financiera y pretende tener un efecto directo en la mejora de la transparencia para los destinatarios de la información financiera, en sentido amplio, que incluya no solamente accionistas, sino también inversores potenciales y otros suministradores de capital, propio o ajeno, consumidores, autoridades, sindicatos y público en general. Además, con esta norma la Unión Europea pretende poner coto al llamado greenwashing, conocido también como “ecoblanqueo” o incluso “ecopostureo”, forma de propaganda en la que se realiza un marketing verde de manera engañosa, para promover la percepción de que los productos, objetivos o políticas de una organización son respetuosos con el medio ambiente, sin realmente serlo. La Unión Europea trata de combatir así prácticas como el llamado seudo ecologismo: cambiar solo la etiqueta de un producto, para evocar el medio natural, sin que haya variado su impacto ambiental, o realizar campañas publicitarias multimillonarias que traten de hacer aparecer a la empresa como respetuosa con la naturaleza, cuando en realidad es altamente contaminante. O en definitiva, cuando la empresa gasta mucho más en aparentar que es verde que en mejorar su actuación medioambiental en realidad. La directiva entrará progresivamente en vigor a partir del 1 de enero de 2024 y afectará también como es lógico a las empresas no europeas que actúan en el territorio comunitario. 42 DOSSIER DOSSIER 43

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