Contaduría Pública Febrero

Licenciado en Derecho y Licenciado y Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales. Catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Autónoma de Madrid, investigador en el área de Normatividad y regulación contable, habiendo participado activamente en proyectos del Ministerio de Economía y Hacienda español. Profesor visitante y colaborador en numerosas universidades españolas y extranjeras, tanto europeas como en la América Latina. Presidente durante siete años de la Comisión de Historia de la Contabilidad de la AECA. Desde septiembre de 2019 es profesor emérito de la Universidad Autónoma de Madrid, puesto desde el que sigue dedicándose a la docencia y a la investigación, especialmente en materias relacionadas con la historia de la Contabilidad. Usted es un entusiasta de la historia de la Contabilidad, ¿cómo puede generar entusiasmo la historia de una técnica? Mucho se ha discutido sobre la naturaleza de la Contabilidad como disciplina: técnica para unos, ciencia para otros. No voy a entrar, al menos por el momento, en esta vieja controversia. Aceptemos que la Contabilidad es una técnica, esa cuestión no me resulta relevante en cuanto a la importancia de la historia. Lo realmente importante es que en los libros de cuentas que llevaron nuestros antepasados se relata la actividad económica de una época. Con ello, la historia de la Contabilidad no es solo la historia de una técnica, es el conjunto de datos que podemos extraer de los libros de cuentas donde los relatos que encontramos en los asientos nos narran episodios de la historia económica. Por ejemplo: cuando Cervantes, necesitado de algún quehacer que le procurara un mínimo sustento, se empleó como comisario para el abastecimiento de la armada invencible. Su misión era ir por los pueblos de la Sierra andaluza, expropiando aceite y harina a los campesinos, pagando por ello un bajo precio. Después llevaba a moler el trigo o el aceite, y finalmente lo transportaba y lo entregaba en consignación en dependencias de la Real Hacienda. Pues bien, en sus libros de cuentas quedaron perfectamente reflejadas las andanzas de don Miguel: los pueblos que visitaba, las personas a las que expropiaba, la manera en que se transportaba el aceite o la harina... Con ello podemos reconstruir cómo eran esos procesos en aquella época y los oficios que en ellos intervenían: agricultores (terratenientes o jornaleros), medidores, pesadores, zarandeadores, molineros, bagajeros, carreteros, ganapanes, trabajadores, mozos… aparecen en torno a la lucha de Cervantes hoy que llevará a cabo el encargo recibido de cobro de unos impuestos que resultaron incobrados en un primer intento. Así conocemos con bastante amplitud y fidelidad cómo eran esas actividades en aquella época. Incluso puedo ir más allá: viendo los libros de cuentas de Cervantes y las personas en ellas reflejadas, entendemos mejor cómo y dónde se gestaron una buena parte de los personajes que aparecen en El Quijote. Y es que la historia de la Contabilidad es mucho más que la historia de una técnica. Es la historia que podemos leer en los libros de cuentas. Es la vida que vemos a través de los asientos, por medio de los relatos que encontramos en los libros de cuentas. Jorge Tua Pereda Entrevista Profesor emérito de la Universidad Autónoma de Madrid Fotografía: cortesía del entrevistado Dra. Blanca Tapia Sánchez Presidenta de la Comisión Mixta de Educación (COMMED) del IMCP Investigadora de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM btapia@fca.unam.mx Realizada por Agua pasada no mueve molino dice el viejo refrán castellano ¿Para qué le sirve a un profesional la historía de la contabilidad? ¡Claro que el agua pasada mueve molinos! Hago un par de preguntas: usted es un profesional de cualquier materia, ¿para qué le sirve la cultura general? Y la cultura concreta de esa profesión, ¿le sirvepara algo? Porque la historia es cultura, cultura muy interesante, de una determinada materia y también, de cada una de las profesiones. Conocer la historia genera satisfacción, y las personas más satisfechas viven y trabajan con mayor gusto, ello redunda en el bienestar de la persona e influye en la productividad. Le voy a poner un símil de la utilidad que, creo, tiene la historia para el quehacer diario de las personas. En México, en la capital, tienen ustedes una fuente, la Cibeles, igual que la que tenemos en Madrid. Quien no conozca la historia, seguramente no ve más que un carro conducido por una señora y tirado por dos leones. Pero si conoce algo de mitología griega o, en este caso, romana y, el papel que la diosa Cibeles desempeña en ella, estoy seguro de que su visión del monumento será completamente diferente. Cuando pase usted cerca de la fuente, recordará que aquellos leones tienen nombre propio: Atalanta e Hipómenes. Apreciará, al contemplar las respectivas estatuas, que ni tan siquiera semiran entre ellos y posiblemente sepa usted la razón: están castigados, condenados por Venus a tirar eternamente del carro de la diosa Cibeles. Recordará sin duda, al contemplar la fuente, la historia completa, empezando por la manera en que Hipómenes consiguió la mano de Atalanta, que solo se desposaría con quien fuera capaz de ganarla en una carrera… Atlanta la veloz, Atalanta, la invencible, Atalanta, la inalcanzable, Atalanta, la incansable, se dejó seducir por unas manzanas de oro que, aconsejado por Venus, oportunamente le tiróHipómenes enmedio de la carrera, que de estemodo consiguió ganar al detenerse ella a recogerlas. Recordará también el enfado de Venus porque Hipómenes y Atalanta profanaron con su amor uno de los templos a ella dedicado…pensará, seguramente, si tal vez Venus no andaba algo celosa con Hipómenes… y, finalmente, recordará cómo fueron convertidos en leones y condenados a tirar eternamente del carro de la diosa Cibeles. Todo eso es lo que puede verse y todavía mucho más si se mira a la Cibeles conociendo lo que significa su historia. Para eso sirve la historia, para ver las cosas desde otro punto de vista. Para que vivamos y trabajemos con una mayor satisfacción. Y creo que también, como ya he dicho, para que seamos más productivos. Entonces, la historia de la Contabilidad, ¿debe estar presente en el currículum de las titulaciones relacionadas con la formación en materias económicas y empresariales? Quizá piensen ustedes que voy a recomendar la inclusión de una o más asignaturas de historia en los planes de estudio. No me parecería lo más conveniente. Más bien creo que la solución apunta a la adecuada sensibilización y formación del profesorado, en relación con la historia de nuestra disciplina: si el profesor está sensibilizado y es conocedor de la historia, en sus explicaciones estarán presentes las referencias históricas, sin que tenga que impartir expresamente lecciones o temas concretos de esta materia. Por ejemplo, en una clase de consolidación, pueden ser adecuadas y hasta motivadoras para nuestros estudiantes las referencias a la concentración empresarial posterior a la crisis de los años treinta en Wall Street, y a la manera en que la información contable reaccionó ante ella, generando esta técnica de agregación de información de diferentes sujetos económicos. Del mismo modo, al estudiar algún tema de reparto de costes indirectos en la producción, puede resultar interesante aludir a la manera en que el desarrollo económico que acompañó a la Ilustración creó, en el siglo XVIII, la Contabilidad de costes. Incluso, el papel que en este alumbramiento tuvo la política económica de los Borbones, impulsando la reactivación económica a través de la creación de las reales fábricas. En definitiva, en cuanto a historia, pero también en relación con otras muchas cuestiones, resulta fundamental una solida formación, amplia e interdisciplinar, del docente. La Contabilidad, ¿ciencia o técnica? ¿Qué opina al respecto? No me parece conveniente que perdamos tiempo en discutir sobre el sexo de los ángeles, o sobre la importancia del agua en la navegación. Empleemos ese tiempo en asegurar que nuestras proposiciones, nuestras construcciones teóricas y prácticas en Contabilidad se elaboran con criterios científicos, es decir, apoyados en la más estricta racionalidad, especialmente en cuanto a su verificación. ¿Cuáles son las mayores transformaciones experimentadas por la Contabilidad como disciplina en las últimas décadas? La partida doble, es decir, la técnica que utilizamos para el registro, podemos decir que ha permanecido invariable desde la época en que surge, seguramente en el Renacimiento económico, que precedió y 40 DOSSIER DOSSIER 41

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