Contaduría Pública Enero 2023

El año que termina ha marcado un cambio de tendencia interesante en los mercados de capitales. Las empresas tecnológicas con modelos disruptivos prometedores, pero sin historial de rentabilidad y ventajas competitivas poco probadas, han dejado de ser atractivas, mientras que los inversionistas empezaron a dar preferencia a empresas más tradicionales, con buena rentabilidad, sólida generación de efectivo y niveles bajos de deuda. La pregunta será en quémomento las valuaciones de empresas públicas se volverán lo suficientemente atractivas para justificar el riesgo, sobre todo en un contexto de crecimiento global a la baja, y de instrumentos financieros tipo deuda corporativa o deuda soberana que están otorgando rendimientos muy competitivos. Por ello, es muy probable que 2023 sea un año más de estabilización que de crecimiento robusto en los mercados de capitales. Cadenas de suministro Los problemas con cadenas de suministro que iniciaron con la pandemia de 2020, probablemente se extenderán hacia 2023. Esta problemática se agravó con la guerra entre Rusia y Ucrania, así como con las presiones de inflación, particularmente en los costos de energía y logística. Una encuesta reciente de la empresa SAP entre grandes empresas americanas reportó que 52% califican como débiles a sus cadenas de suministro, mientras que 33% estiman que los problemas de suministro durarán por lo menos otros seis o doce meses. Los factores que tienen mayor impacto en dichas cadenas incluyen inestabilidad geopolítica (58%), escasez de materias primas (44%), y presiones inflacionarias en energía y combustibles (40%). Dos terceras partes de las empresas en esta encuesta reportaron que implementarán medidas de contingencia para hacer frente a la incertidumbre, mientras que 60% reportaron que darán prioridad a soluciones logísticas que estén basadas en Estados Unidos de América (EE.UU.) o cerca de EE.UU. (nearshoring). Al menos las empresas más fuertes de EE.UU. se están moviendo de un modelo just in time a un modelo just in case, almacenandomás inventario del que tradicionalmentemanejaban, y reduciendo paulatinamente su dependencia de proveedores en Asia. México tiene mucho que ganar en ese contexto, pero tendrá que ser suficientemente estratégico y pragmático para sacar ventaja de una oportunidad histórica. Relación EE.UU.-China La relación entre las dos principales potencias mundiales se ha continuado deteriorando, con pocos avances en temas altamente complejos como cambio climático, cooperaciónmilitar, comercio internacional o ataques cibernéticos. En una reunión de seguridad nacional en el mes de octubre, la administración Biden fijó una postura clara, calificando abiertamente a China como su principal rival geopolítico y estableciendo un objetivo explícito de contraponerse a la influencia de China en otras regiones del mundo. El resultado de las elecciones intermedias en EE.UU. provocará probablemente La guerra en Ucrania le ha costado al mundo casi tres trillones de dólares estadounidenses en términos del PIB mundial una radicalización de esta postura. El Partido Republicano ha anunciado un panel para examinar la política actual hacia China, y se espera que el resultado de ese panel sea la conclusión de que el Presidente Biden no ha sido lo suficientemente duro, por lo que recomendarán medidas adicionales en temas de seguridad y de comercio. La “guerra fría” entre ambas naciones sigue tomando fuerza, pero tendrá características muy diferentes al conflicto que hubo en su época entre EE.UU. y Rusia. China es hoy la segunda economía más grande del mundo, con acceso a recursos financieros, tecnológicos y de inteligencia a los que Rusia jamás tuvo acceso. Tiene una alta concentración de poder político en una sola persona, lo que elimina contrapesos en la toma de decisiones, y presenta un potencial enorme de conflicto con el tema llamado “Reunificación de Taiwán”. La historia del siglo XXI será en gran medida la historia de EE.UU. y China. De la forma en que decidan dirimir sus conflictos dependerá mucho el destino del mundo. Guerra en Ucrania Uno de los ejemplos más tangibles de la lucha por cambiar el “ordenmundial” sematerializó este año en la invasión rusa a Ucrania. Desde el punto de vista ruso, esta guerra era indispensable para garantizar la seguridad nacional y debería de ser ganada fácilmente debido a su supuesta superioridad militar. Sin embargo, Ucrania resultó ser mucho más resiliente, encontró fuertes apoyos logísticos, armamentistas y financieros, y organizó su resistencia de forma efectiva. Como se ve en la tabla 3, esta guerra tendrá un fuerte impacto en el crecimiento económico de ambos países. Tabla 3. PIB: Rusia y Ucrania 2021 (Real) 2022 (Real) 2023 (Estimado) Rusia +4.8% −4.1% −4.9% Ucrania +3.4% −30.0% +8.0% Fuentes: World Bank, IMF. Es muy difícil anticipar cómo se solucionará este conflicto. La guerra ha durado ya casi un año, mucho más tiempo del estimado inicialmente, lo cual pone enorme presión política, económica y social a ambos países. El esfuerzo de reconstrucción en Ucrania llevará años, si no es que décadas. Las sanciones políticas y económicas a Rusia terminarán aislando a esta enorme nación durante un largo tiempo. Es difícil prever cuál podría ser un escenario de salida positivo para Vladimir Putin, quien no podrá jamás ganar esta guerra, pero tampoco aceptará perderla. Por primera vez en mucho tiempo, la posibilidad del uso de armas nucleares se volvió peligrosamente real. Putin goza todavía de un amplio apoyo al interior de su país, principalmente porque ha logrado convencer a la mayoría de la población de que este es un conflicto por la “supervivencia de Rusia”. Y EE.UU. y sus aliados no han podido encontrar argumentos para crear duda razonable sobre las intenciones de Putin al interior de la propia Rusia. Se trata de un conflicto preocupante, altamente inestable e impredecible, ubicado en el corazón de Europa, y que otras naciones como China, Corea del Norte, Irán o Venezuela podrían aprovechar para avanzar sus propios intereses. Latinoamérica Las perspectivas para América Latina sonmuy complicadas. El crecimiento económico sufrirá una caída importante en 2023, mientras que las presiones inflacionarias seguirán siendo persistentes. Una alta inflación significa tasas de interés más altas por un periodo de tiempo más largo, con el consecuente impacto en la inversión pública y privada. Se habla mucho de que la región se está moviendo hacia “la izquierda” en términos políticos, pero la realidad es mucho más compleja. Lo que sucede en Latinoamérica es un reflejo del debilitamiento de la política exterior de EE.UU., así como de unamayor injerencia de Rusia y China en la región, quienes tratan de instaurar gobiernos 18 DOSSIER DOSSIER 19

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