MEJORES ARTÍCULOS 72 CONTADURÍA PÚBLICA 73 Ante esta situación, es evidente que el Estado y la Administración Tributaria tienen la imperiosa necesidad de modificar sus prácticas internas y externas. Lo anterior, con el objetivo de diseñar una política tributaria que garantice la seguridad colectiva sin poner en peligro la autorrealización de los individuos. Experiencias análogas estudiadas muestran que la educación y la capacitación fungen como una herramienta valiosa para superar las problemáticas actuales del país y rediseñar una política efectiva de recaudación que sea la base para el crecimiento el país. Las prácticas internas y que dependen del Estado y la Administración Tributaria comienzan por: • Capacitar a los funcionarios para lograr mecanismos más eficientes que permitan aumentar la cuota recaudatoria, permitiendo reducir la elusión y evasión fiscal, evitando que solo una parte de toda la población, que se identifica como contribuyentes activos, soporten el aparato administrativo. • Mejorar la rendición de cuentas, transformando la actual percepción negativa a una percepción de transparencia y profesionalización del uso y manejo de los recursos tributarios. • Revisar los indicadores económicos del país con mayor frecuencia, a fin de proponer regímenes fiscales más adaptables a las condiciones y necesidades de la sociedad mexicana. • Realizar consultas con resultados comunicables a toda la población, sobre el impacto negativo producido al decidir no aportar al gasto público. En la práctica externa, el Estado debe tener presente que el principal activo con el que cuenta es su población, pues esta produce riqueza mediante su quehacer cotidiano, por lo cual deberá disminuir prácticas tributarias intimidatorias y fomentar, impulsar e incentivar prácticas con base en la cultura tributaria. Aunado a lo anterior, la cultura tributaria debe proveer a los contribuyentes y ciudadanos en general, del conjunto de recursos necesarios para entender el compromiso formal y la obligación ética de contribuir al gasto público, así como los beneficios generados. El término “cultura tributaria”, de manera general, se puede entender como: El conjunto de valores que se manifiestan en el cumplimiento permanente de los deberes tributarios con base en la razón, la confianza y la afirmación de La CEPAL señala que México es uno de los países de Latinoamérica con menor recaudación fiscal los valores de ética personal, respeto a la ley, responsabilidad ciudadana y solidaridad social de los contribuyentes.2 Dicho de otramanera, la cultura tributaria es una herramienta conformada por diversos elementos que, por medio de la práctica, fomenta y enseña a los contribuyentes a cumplir con sus obligaciones, o que simultáneamente genera una serie de beneficios para el Estado y la sociedad en general, por lo que es fundamental promover desde inicios tempranos la educación tributaria como parte de la formación cívica elemental. Se ha identificado que fomentar la cultura tributaria, reformando las leyes a la realidad que acoge al país, creará un efecto sinérgico en el contribuyente haciendo que este tenga la voluntad de cumplir no solo con este deber, sino con otros. Por consiguiente, es necesario que esta práctica brinde a las nuevas generaciones, futuros contribuyentes, el conocimiento necesario que les permita conocer los derechos y obligaciones que posean y, a su vez, les permita: • Comprender la magnitud que tiene el acto de contribuir al gasto público, así como las consecuencias de no hacerlo. • Entender los aspectos/elementos que conforman un impuesto, las fechas y plazos en las que deben pagarse, lo que simultáneamente evita hacerse acreedor de sanciones. • Desarticular el robo de identidad. • Disminuir prácticas comerciales informales que afectan a la economía nacional y los indicadores, como el Producto Interno Bruto (PIB). Conclusión Invertir tiempo y recursos en la educación tributaria de la población actual generará un aumento en la cuota recaudatoria y un círculo de beneficios que tendrá impacto en diversos sectores. Sin embargo, no solo es obligación del Estado modificar las prácticas, sino también de la sociedad y de los profesionales de las áreas económico-administrativas contribuir a la mejora del sistema gubernamental y de las organizaciones que lo administran, pues todos deben responsabilizarse ante el papel de agente de cambio que poseen, para avanzar hacia una sociedad de crecimiento. Los profesionales de estas áreas también deben fomentar la práctica de la cultura tributaria, incentivar el análisis y la reflexión de los significados con el objetivo de interpretar correctamente los datos que recibimos, transformar y ampliar la visión del mundo, así como estimular la insatisfacción del conocimiento para generar conocimiento con base en la reflexión, análisis y comprensión de los hechos. 1 Data Sur (4 de mayo de 2021). Latinoamérica: ¿Cuáles son los países que más pagan impuestos? Data Sur. Disponible en: <https://www. datasur.com/latinoamerica-cuales-son-los-paises-que-mas-pagan-impuestos/>. Consultado el 22 de febrero de 2022. 2 SAT (2018). ¿Qué es cultura tributaria? Fuentes consultadas Álvarez Villagómez, J. (2015). El sujeto pasivo de la obligación fiscal. México: Instituto Mexicano de Contadores Públicos. OCDE/FIIAPP (2015). Building Tax Culture, Compliance and Citizenship: A Global Source Book on Taxpayer Education. Paris: OECD Publishing. https://dx.doi.org/10.1787/9789264205154-en
RkJQdWJsaXNoZXIy MTMwNTgyMg==