CP-agosto-22

Claves para generar un Sistema Integral de Control de Riesgos Act. Javier Lozano Dubernard Integrante de la AcademiaMexicana de Auditoría al Desempeño, A.C. Integrante del Consejo de Exalumnos de la Facultad de Ciencias Actuariales, Universidad Anáhuac. Socio director en Farell Grupo de Consultoría. jlozanod@yahoo.com.mx La sobrevivencia de las unidades productivas depende, entre otros factores, de mantener la competitividad de los bienes y/o servicios que ofrecen al mercado, en un mundo en permanente cambio, cada vez, por cierto, más acelerado. Es en este contexto que las empresas deben construir un Sistema Integral de Control de Riesgos que les permita conocer cuál es el balance de los riesgos que están asumiendo, así como “navegar” por medio de ellos a efecto de poder medirlos, disminuirlos y/o acotarlos, respectivamente. El primer paso para su diseño es reconocer la existencia “dual” de los riesgos en toda actividad humana y, específicamente, en todo proceso productivo. Para lograr una identificación sistémica de los riesgos, se considera conveniente utilizar el análisis de procesos comúnmente utilizados por los sistemas de gestión de calidad, el cual nos permitirá conocer la congruencia, el control y la madurez de la administración, así como proponer mejoras para impulsar y/o consolidar la competitividad en las unidades productivas. De manera intuitiva, la planeación puede equipararse con el guion de una película, la organización a la producción, la operación al rodaje, el control y seguimiento al proceso de edición y lanzamiento, y, finalmente, la evaluación que tiene que ver con la calificación de la crítica, del público y del aprendizaje para mejorar la elaboración de los siguientes proyectos. De manera formal, los diversos temas deben incorporar cuando menos los siguientes elementos: Una clasificación que sirve de guía para el desarrollo de una “red neuronal de riesgos”, se presenta inspirada en la utilizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Es condición necesaria, para lograr una administración empresarial de calidad, que los responsables de los resultados de las empresas promuevan los incentivos necesarios dentro de las distintas áreas para desarrollar y fortalecer una cultura de riesgos que permita prevenirlos y/o, anticipar sus efectos nocivos en los estados financieros de la misma, coadyuvando a su permanencia en el largo plazo. Para desarrollar la cultura de riesgos en un ámbito de control de calidad y mejora continua, es conveniente establecer objetivos, políticas, procedimientos y acciones que permitan identificar, medir, vigilar, limitar, informar y revelar los distintos riesgos a los que se encuentran expuestos en la consecución de su visión, misión y objetivos por medio del esfuerzo transformador de sus procesos productivos y administrativos en un entorno globalizado. En este sentido, la gestión integral de riesgos es un proceso continuo de conocimiento de los balances de riesgos que asume y enfrenta en cada momento la empresa y, por lo tanto, constituye un “timón” fundamental en la gestión empresarial consciente de que sus resultados dependen de su conocimiento, estrategias y acciones, muy lejos de ser solo producto de “un realismo mágico” o del destino manifiesto. MISCELÁNEO MISCELÁNEO 62 63

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