Contaduría Pública Julio 2022

CPF y MBA Moisés Ruiz Ramos CFO EMME2 Construction & Design Services Profesor de cátedra en ITESM, Campus Monterrey moises@emme2.com.mx moisesruiz34@tec.mx La convergencia de las generaciones como punto clave en las organizaciones Antes, durante y… ¿después de la pandemia? Recientemente cumplimos ya dos años de aquel día en que la mayoría de las empresas, profesionistas independientes y organizaciones decidimos realizar una breve pausa a la asistencia física a trabajar: lo anterior, con el único fin de esperar a que pasara la situación complicada de la pandemia ocasionada por el COVID-19; al principio se hablaba de dos, tres y por mucho cuatro semanas, pero sin darnos cuenta del camino que estimábamos cuándo sería seguro el retorno físico, sin saber que muchos no regresarían al sitio habitual de trabajo. En este andar, muchos conocimos el término Home Office y otros tantos lo adoptamos de manera más regular de lo que anteriormente lo hacíamos. Sin tanto precedente, estábamos ante un hito en la historia de la humanidad, que, si bien ha marcado muchos aspectos en nuestra vida diaria, el impacto laboral y la brecha generacional que existe, naturalmente vino a ser más profunda para muchas empresas y profesionales que se vieron frente a una situación de lidiar con esta transición obligada al trabajo a distancia. En muchas organizaciones, el impacto fue tan fuerte que, prácticamente hubo que institucionalizar a las empresas en la era digital, tanto en procesos como en actividades profesionales, de manera inmediata. En este punto es donde hacemos énfasis en esta “institucionalización”, ya que muchas de las generaciones más jóvenes, así como las mayormente involucradas con la tecnología fungieron como piezas clave, teniendo una participación y colaboración de manera eficaz en, prácticamente, una implementación y adaptación a esta nueva era. Y es que este cambio tan abrupto nos hizo redefinir nuestras prioridades, objetivos y dinámica de trabajo, así como reafirmar una de las virtudes más importantes que tenemos: la capacidad de adaptarnos. Ahora bien, si el camino no ha sido el más sencillo, también esta etapa ha sido el parteaguas que abrió un sinfín de posibilidades, tanto para poner en práctica nuevas técnicas y ser más eficientes con las ya existentes como para aprender nuevas cosas y, en su caso, emprender algún proyecto. No es ningún secreto que antes de la pandemia, el trabajo en línea y las empresas 100% digitales ya existían con una alta participación en el sector económico a escala mundial; sin embargo, hay que reconocer que, posteriormente a esta situación se ha creado un sinnúmero de oportunidades laborales, así como empresas que no precisan de un sitio físico y una infraestructura robusta para operar, demostrándonos una vez más que a pesar de las circunstancias adversas, muchas veces el peor escenario nos ayuda a sacar lo mejor de nosotros y crear los mejores resultados. FACTOR HUMANO 56

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