Contaduría Pública junio 2022

El retorno a labores híbridas o semipresenciales es una frase que comúnmente escuchamos en estos tiempos, después de poco más de dos años de que inició una pandemia mundial ocasionada por el virus SARSCoV-2, que obligó a toda la humanidad a realizar gran parte de sus labores bajo modalidades en las que se emplearon la tecnología y las comunicaciones, por lo cual nos hemos ido adaptando a las necesidades del entorno en diversos ámbitos, pues el cambio es lo único que permanece. A esos cambios también se ha tenido que adaptar la labor fundamental que ejercen los profesionales de la Contaduría Pública; es decir, desde la perspectiva empresarial y organizacional de la que formamos parte elemental para su desarrollo, llegaron prácticas corporativas que ya no se irán, como lo es la implantación de un sistema híbrido en el que se realizan actividades presenciales y en línea (por medio de diversas plataformas tecnológicas y software), y a pesar de que en un principio las organizaciones tenían una perspectiva de desconfianza por no lograr los resultados esperados, el avance de la tecnología permitió no solo que muchas entidades mantuvieran su nivel de operaciones, sino que hicieran más eficientes sus labores por la disminución de gastos en los que incurrían cuando las labores eran 100% presenciales. Hoy, aquellos que estudian Contaduría Pública en las distintas Instituciones de Educación Superior (IES), así como los docentes e investigadores de nuestras áreas de conocimiento asumen el gran reto de una transformación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, pues la inserción laboral de los estudiantes les demanda el conocimiento de múltiples plataformas que adapten las labores híbridas que exigen las organizaciones; además, La nueva normalidad desde la óptica universitaria los docentes deberán estar actualizados para manejar dichas plataformas y que el proceso de enseñanza sea el más óptimo para los estudiantes; mientras que los investigadores deberán realizar el proceso de generación de nuevos conocimientos implementando nuevas técnicas que permitan desarrollar una visión integral de adaptación a modelos que la sociedad demanda. La nueva normalidad llegó para quedarse, mucho se aprendió de la implementación e innovación en este proceso que no fue nada fácil, ya que hubo organizaciones que no administraron adecuadamente los riesgos a los que estaban expuestos y desaparecieron del entorno. Esa nueva normalidad es ahora responsabilidad de toda la sociedad, y desde la óptica del Contador Público, así como de los que actualmente son estudiantes de dicha profesión, nos encontramos ante la presencia de áreas de oportunidad que no solo exigen la actualización y adaptación de la técnica contable con las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), sino además un cambio de mentalidad en la forma de asesorar a entidades para el mejor desarrollo de sus actividades. Las IES deberán afrontar esos retos desde el fomento de las debidas actualizaciones de los planes de estudio que garanticen que los nuevos profesionales de la Contaduría estarán inmersos en la nueva sinergia exigida; por su parte, el sector gubernamental deberá migrar muchos de sus sistemas de trabajo presencial a labores híbridas, en los que además se opte por la simplificación administrativa para ofrecer mayor eficiencia; el sector empresarial deberá orientar esos esfuerzos a invertir no solo en la adaptación de sistemas híbridos en su funcionamiento, sino en temas como la innovación en la forma de comunicación corporativa, y así crearán empresas más competitivas y adaptadas a las necesidades de la sociedad que, por su parte, adoptará la nueva normalidad como un reto que le traerá múltiples beneficios y nuevas formas de interactuar en un mundo cambiante. L.C. y M.F. Bernardo Alid Espinoza Urzua Coordinador de Dossier

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