Contaduría Pública junio 2022

C.P. y Mtra. Laura Olivo Ayala Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México lolivo@tec.mx Los productos orgánicos han tenido un gran crecimiento a escala mundial, en los últimos 20 años han crecido de 11.0 millones de hectáreas en 1999 a 72.3 millones de hectáreas en 2019. En términos de consumo, el mercado orgánico pasó de 15.1 billones de euros en el año 2000 a 106.4 billones de euros en 2019, siendo el país vecino, EE.UU., el mercado más grande con un consumo de 44.7 billones de euros en 2019. México sobresale en el ámbito internacional por ser uno de los 10 países con mayor crecimiento en uso de tierra para agricultura orgánica con casi 0.12 millones de hectáreas en 2019 comparado con 2018 (gráfica 1).1 Gráfica 1. 10 países con el mayor crecimiento en hectáreas orgánicas en 2019 Fuente: (Willer, Trávníček, Meier, & Schlatter, 2021). Todos estos números nos hablan de un interés creciente a escala mundial por el consumo de productos orgánicos, pero ¿en qué consisten exactamente los productos orgánicos? De acuerdo con la definición SADER: “Se le conoce como orgánicos a los productos vegetales, animales o derivados, que se cultivan o crían con sustancias naturales sin utilizar plaguicidas ni fertilizantes artificiales entre otros químicos”.2 Sin embargo, un producto orgánico va más allá de la no utilización de sustancias químicas en el proceso productivo, de acuerdo con la IFOAM (International Federation of Organic Agriculture Movements), una organización “paraguas” mundial, con más de 100 países involucrados en el movimiento de agricultura ecológica. Para la IFOAM son cuatro los principios de agricultura orgánica que deben ser utilizados como un todo integral: salud, ecología, equidad y precaución.3 Ello se refiere a que se debe sostener y promover la salud del suelo, planta, animal, persona y planeta como una sola e indivisible, cuidando los ciclos ecológicos, basado en relaciones que aseguren la equidad con respecto al ambiente común y las oportunidades de vida y gestionado de manera responsable para proteger la salud y el bienestar de las generaciones presentes y futuras y el ambiente.4 Como se puede ver, el primer principio de agricultura orgánica es el de la salud, no solo del ser humano, sin embargo, una razón muy importante para considerar el consumo de productos orgánicos es precisamente la salud personal. A pesar de que no hay mucha investigación con respecto a la mejora en la salud a partir del consumo de alimentos orgánicos, si se han hecho muchos estudios relativo a las repercusiones en la salud por el consumo de alimentos que usan fertilizantes o pesticidas en su producción.5, 6 Para poder ser considerados y reconocidos como productos orgánicos, este tipo de mercancía sigue una serie de lineamientos legales. Dentro de estos lineamientos está el pasar por un periodo de conversión para después poder ser certificado por un Organismo de Certificación Acreditado y Aprobado. Estos organismos son acreditados por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de acuerdo con la Ley de Productos Orgánicos.7 Actualmente en México existen 15 certificadoras de este tipo, cada una con su alcance y metodología. El proceso de conversión puede durar de uno a tres años dependiendo del tipo de alimento del que se trate, pero obtener esta certificación da confianza a los consumidores y adicionalmente abre a los productores y comercializadores a mercados extranjeros de gran valor agregado. Como Contadores estamos encargados de poder dar respuesta a la pregunta: ¿vale la pena invertir en un proceso tan largo con tal de obtener una certificación orgánica? Por supuesto que no hay una única respuesta, como cualquier decisión cada caso es único y habrá que medir el tipo de industria en la que trabajamos, el poder de compra de nuestros consumidores y nuestros planes estratégicos e intereses personales para incursionar en este camino. Lo cierto es que cada vez existe más consciencia por parte de la población por el cuidado de la salud, y esto se refleja en mayores puntos de venta de productos orgánicos, y los consumidores de este segmento reconocen el valor agregado que este distintivo supone y ello genera para toda la cadena de distribución, mayores beneficios económicos. 1 Willer, H., Trávníček, J., Meier, C., & Schlatter, B. (2021). The world of organic agriculture: statistics & emerging trends 2021. Bonn: Research Institute of Organic Agriculture FiBL, Frick, and IFOAM – Organics International. 2 Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (7 de octubre de 2019). Productos orgánicos, naturalmente importantes. Gobierno de México/Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Disponible en: <https://www.gob.mx/agricultura/articulos/ productos-organicos-naturalmente-importantes>. 3 IFOAM Organics International (2022). About IFOAM - Organics International. Disponible en: <https://www.ifoam.bio/ about-us>. 4 Luttikholt, L. W. (2007). Principles of organic agriculture as formulated by the International Federation of Organic Agriculture Movements. Journal of Life Sciences, 347-360. 5 Philippe, V. N. (2021). Occurrence of pesticide residues in fruits and vegetables for the Eastern Mediterranean Region and potential impact on public health. Food Control, 119. 6 Valcke, M. B. (2017). Human health risk assessment on the consumption of fruits and vegetables containing residual pesticides: A cancer and non-cancer risk/benefit perspective. Environment international, 63-74. 7 Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (2006). Ley de Productos Orgánicos. Estados Unidos Mexicanos: Diario Oficial de la Federación. FACTOR HUMANO 60 FACTOR HUMANO 61 Certificación orgánica en México

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