demanda total, provocando una insatisfacción mutua: si los clientes no obtienen lo que deseaban, las empresas pierden credibilidad. • Consultemos con los miembros de la familia cuando vamos a comenzar un nuevo negocio. Nunca intentemos hacer nada en solitario. — Mi abuelo ayudó a sus hijos para que pudieran tener un consultorio juntos, dos de ellos dentistas y uno médico traumatólogo ortopedista. • No nos endeudemos despreocupadamente. No garanticemos deudas ajenas. Nunca prestemos dinero para ganar un interés. — Ninguno de mis abuelos estaba de acuerdo con el crédito… a un grado un poco extremista tal vez, pero razonable por las condiciones económicas que vivían en ese tiempo. El dilema siempre era: “si no puedes pagar algo… no lo compres… no podrás usarlo a tu gusto sabiendo que tienes una deuda sin poder pagar”. — Tampoco estaban de acuerdo con ser “avales” de otras personas… a lo mucho…de familiares. Pero pedir crédito o ser aval tampoco era bien visto en ese entonces. Sobre la comunidad y el país • Ahorremos dinero de nuestras utilidades y demos a la sociedad todo lo que podamos. No pidamos nada a cambio. — Mis abuelos solían ahorrar cada peso que obtuvieran… no solían gastar en nada que no fuera sumamente necesario… También era normal que al comprar algo, se compraba de más para evitar la inflación o el desabasto de ese bien en un futuro. Esa práctica se traspasó por varias generaciones… hasta la actual. — Mi abuelo materno era una persona muy altruista… hasta el grado en que se le permitiera… No ayudaba, por lo general, con dinero, pero sí solía regalar comida, insumos o acompañar a alguien a su casa después del trabajo. • La verdadera utilidad se consigue con trabajo duro y máximo esfuerzo. La especulación no es un buen camino para seguir. Prohibimos los negocios contrarios al orden social y que toman ventaja de las debilidades de otros. — El trabajo duro era el mejor visto… y hasta cierto punto… lo sigue siendo. La persona más “heroica” es quien trabaja todos los días, se levanta sumamente temprano y saca el mayor provecho del día, sin descanso. Sin embargo, por supuesto que esta es una práctica que ha traído muchas consecuencias a la salud de las personas, aunque, también en la familia se considera que el arduo trabajo es lo que da salud a las personas (esto es por el concepto del “ikigai”, que es el propósito de vida). CONTADURÍA PÚBLICA 39
RkJQdWJsaXNoZXIy MTMwNTgyMg==