Revista Contaduría Pública Mayo 2022

Cuando la familia Mogi, liderada por esta intrépida mujer, comenzó a fermentar la salsa de soya en el siglo XVII, su conocimiento del mundo no iba más allá de su pueblo, pero su expansión global dio inicio después de la Segunda Guerra Mundial, cuando descubrió que muchos extranjeros se aficionaban a la salsa de soya, especialmente los estadounidenses. Según se narra en su propio sitio web, la empresa abrió su primera filial de ventas en San Francisco en 1957, y en 1972 construyó su primera planta fuera de Japón, también en EE.UU. A partir del éxito en el país del norte, la compañía empezó a distribuir al resto del mundo. Su misión es simple: “hacer que la salsa de soya naturalmente fermentada sea un aderezo estándar en todo el mundo”, y es un hecho que lo está logrando. Actualmente, la empresa vende sus productos en más de 100 países, con ventas que superan los dos mil millones de dólares. ¿Cuál es el secreto? Además de la calidad del producto y la disciplina que caracteriza a la cultura japonesa, la compañía tiene una estructura de gobierno corporativo muy bien definida y establecida; cuenta con un documento de 17 puntos llamado “El credo Kikkoman”, que ha sido la piedra angular de su Gobierno Corporativo; además, funge como una serie de principios a los que se ciñen los miembros de la familia empresaria, tanto en su vida profesional como personal. El credo, un testamento a la sustentabilidad Me gustaría agrupar estos 17 puntos en cuatro importantes categorías, que a mi juicio revelan el porqué de la longevidad de esta empresa japonesa, pues resulta revelador que, incluso antes de que el tema se volviera popular en el mundo, la sociedad ya tenía claro que no podía haber progreso sin buscar el desarrollo sustentable, y con eso me refiero a cuidar de la familia empresaria, de los empleados, del patrimonio y de la comunidad. Sobre la familia • Los miembros de la familia deben reconocer que la armonía es de suma importancia. La armonía promueve el respeto mutuo que permite que los miembros de la familia se concentren en la prosperidad del negocio y en la perpetuidad del patrimonio de la familia. • Los miembros de la familia deben reconocer que la cortesía es un elemento fundamental. Si, como un miembro senior, usted carece de cortesía, los miembros jóvenes de la familia no serán leales a usted. Si los miembros juniors no son corteses, se pueden presentar serias repercusiones. La cortesía mutua dará resultado a una familia pacífica. • La educación de nuestros hijos es nuestra responsabilidad con nuestra nación y nuestra comunidad. Debemos entrenar el cuerpo y el alma con educación moral, intelectual y física. La educación es un punto tan relevante en los países asiáticos, al grado de que, a no ser que se vaya a una buena primaria, no se podrá asistir a una buena secundaria, de no ir a una buena secundaria, no se puede ingresar a una buena preparatoria. Y de no ingresar a una buena Universidad, no es tan factible tener un buen trabajo. El no tener un buen trabajo, implica que se deberá dedicar más horas de trabajo para lograr el estilo de vida deseado. Más horas de trabajo también implica menos tiempo de conocer a una pareja y formar una familia o menos tiempo para uno mismo. La educación CONTADURÍA PÚBLICA 37

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