Por lo tanto, dependiendo del giro, la empresa ha decidido diferentes estrategias; por ejemplo, se está invirtiendo en un muelle moderno para cruceros en Cozumel en el cual se aprovechó el tiempo de pandemia para la innumerable cantidad de requisitos que se tienen que cumplir y pretendemos que el muelle esté listo en el momento justo en que va a ser requerido. Se han evaluado proyectos que, si bien pueden aprovechar la experiencia en otros mercados, pretenden diversificar el negocio y a nosotros nos ha servido ver esto como una oportunidad para nuevos proyectos. Como empresario, ¿cómo ha afectado a la cadena de suministros la pandemia? Como también comenté, si eres una empresa que produce una cierta cantidad de artículos o servicios en los cuales tengas un porcentaje de costos fijos determinado, al caer la demanda de este costo fijo se tendrá que reflejar en menos productos y, por lo tanto, tendería a aumentar el precio ante el aumento del costo unitario. Por otro lado, la demanda disminuye. La conclusión fue sencilla: los servicios y productos más elementales y con menos competencia tuvieron una mayor inflación que aquellos en que no pudieron reflejar el impacto de la pandemia en su estructura de costos. Dicho de otra forma, el que pudo ajustó sus precios y como empresarios sabemos que no podemos subsidiar por tiempos prolongados, ya que eso significaría la extinción de la razón de negocio y el negocio mismo. En los otros giros que están alineados a la economía local, regional e internacional, ¿cómo ha impactado la pandemia? Supongo que este efecto es a nivel general, habrá presiones inflacionarias enormes en 2022, seguramente veremos aumentos drásticos. Creo que aún no hemos dimensionado todos los efectos, tanto directos como indirectos. ¿Ha tenido que prescindir de trabajadores ante la falta de ingresos, si es que los hubo, o qué estrategias ha realizado en cuanto a su plantilla de personal? Creo que has llegado a una de las partes más difíciles de la pandemia: el tener que prescindir de colaboradores, muchos de ellos con bastantes años con nosotros. Te comenté que los ingresos se volvieron prácticamente cero en todos los negocios turísticos y que en los de transporte, los gastos sobrepasaban los ingresos por mucho. Si la expectativa era que la crisis duraría poco, la decisión hubiera sido aguantar sin despedir; si la expectativa hubiera sido media, pues en muchos casos no tendría razón pagar liquidaciones y volver a contratar tres o cinco meses después, pero si la expectativa era larga la decisión era inevitable y necesaria: la empresa tendría que sobrevivir para poder ofrecerle a sus empleados remanentes y futuros, la posibilidad de seguir trabajando. Por lo tanto, lo que nosotros vimos como un panorama evidente ante lo que había pasado en Europa nos llevó a tener que prescindir de un porcentaje alto de los empleados y del restante conveniar sueldos reducidos mientras permanecían en su casa sin trabajar. La instrucción fue difícil pero clara, a los empleados que causaran baja se buscaría resarcirlos económicamente, a cada uno de ellos los directivos de la empresa les explicarían personalmente la situación, plantearían las opciones y la posibilidad de recontratación apenas se estuviera en posibilidad y se mantendrían los empleados estrictamente necesarios o los que por su conocimiento y experiencia fueran difícilmente reemplazables a corto plazo. Hoy te puedo decir que muchos de esos empleados han retornado a sus lugares de trabajo, no quiere decir que la situación esté fácil aún, pero ya nos permitió ir reintegrando a muchos de ellos y con un gran agradecimiento por su entendimiento y solidaridad. ¿El Servicio de Administración Tributaria les ha respondido y les ha apoyado para poder seguir una empresa productiva? Te puedo decir que hay funcionarios de gobierno honorables y comprensivos que ante la vista de la situación y dentro del marco de la Ley han permitido soluciones. Pero no es un tema de pandemia, es un tema de tener funcionarios profesionales y capacitados que vean al contribuyente como un socio estratégico y no como un enemigo. En los casos de los nuevos proyectos, hemos encontrado un apoyo congruente. Creo que nos hubiera gustado que se subsidiara en forma alguna con los sueldos de los empleados, por ejemplo, o un subsidio al combustible en el transporte, pero no se logró ninguna situación similar, aunque también hay que ser congruentes y entender que el gobierno también resintió los efectos de la pandemia y enfrentó un enorme reto. En su opinión, ¿qué sigue después de la pandemia, ya que algunas personas comentan que llegó para quedarse? No soy doctor, pero supongo que sí; no será la pandemia agresiva del pasado, será una enfermedad más como el [virus A] (H1N1), que ya casi ni hablamos de él, por ejemplo. Veremos nuevas variantes y lo mejor que nos puede pasar es una variante menos letal y peligrosa, pero altamente contagiosa que funcionará de vacuna natural. Las enfermedades son procesos que tienden a estabilizarse y esperemos que este sea el caso. ¿Cuáles han sido los aprendizajes que le ha dejado la pandemia hasta el momento como empresario y en sus empresas? 1. Hay que ser prudente con los niveles de apalancamiento financiero. 2. Mi mejor ventaja: mi gente. 3. Expandir y diversificar. 4. Aprovechar las nuevas oportunidades. 5. Una relación honesta y franca con los empleados es necesaria, hay situaciones […] [en las que se requiere] hablarles con el corazón y no solo de negocios. Por favor, ¿puede darnos algunas conclusiones sobre las estrategias o algún punto de vista que quiera aportar para los lectores de nuestra revista? No creo que estuviéramos preparados para lo que pasó, sin embargo, sería ilógico pensar que alguien estuviera preparado. Ni había forma de evitarlo ni evadirlo. Pero como todo, de las situaciones difíciles puedes tomar dos posiciones en la vida: que hemos perdido mucho estos dos años o que hemos ganado mucho conocimiento empresarial, familiar y personal. Posiblemente ambas sean ciertas, pero si no capitalizamos lo ganado entonces podremos decir que sí perdimos mucho. 2022 seguirá siendo un año de retos, de crisis, pero también de oportunidades. Los retos presentarán nuevas formas de hacer las cosas y se pueden abrir nichos interesantes. Asimismo, será un buen año para el turismo, ya que la gente desea salir, desea olvidar el encierro. Lic. Mario Arturo Molina Casares, muchas gracias por concedernos esta entrevista para la revista Contaduría Pública del IMCP. Hoy te puedo decir que muchos de esos empleados han retornado a sus lugares de trabajo DOSSIER 48 CONTADURÍA PÚBLICA 49
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