Contaduría Pública octubre 2021

65 TEMAS SELECTOS PARA PYMES IMCE 64 Todos estamos destinados a dar paso a las siguientes gene- raciones, es una ley de la vida. Podemos prepararnos para este suceso y darles a nuestros hijos las mejores herramien- tas para enfrentar el futuro, o negarnos a ceder nuestros puestos de autoridad y arriesgar el equilibro y el patrimonio familiar. La sucesión es una de las decisiones más difíciles de tomar por parte del fundador de una empresa familiar. Las estadísticas in- dican que en México 98% de las empresas son micro, pequeñas y medianas, del universo total de empresas, 90% es de carácter familiar, generan entre 70 y 72% del empleo y aportan 62% del PIB; aunque son el corazón de la economía, su vida resulta ser muy corta, generalmente. Existen muchas razones por las cuales la supervivencia de las empresas familiares es reducida; una de ellas es el temores que tienen los fundadores al hablar del relevo generacional (ya no digamos el de enfrentar el proceso de pla- neación de dicho evento). Si pudiéramos entrar en la mente del fundador de una empresa, podríamos conocer cada uno de los temores que tiene y enten- der que estos son miedos normales y naturales para alguien en su posición. Dependiendo de la empresa, es posible que un dueño, que ya tenga muchos años trabajando en el negocio, le dedique más tiempo a este que a su propia vida personal y familiar. Y ni se diga de su salud, su espiritualidad, su recreación y otras actividades necesarias para el desarrollo equilibrado de un ser humano. Siendo que procurar el éxito de la empresa se ha vuelto prácti- camente toda su vida, es normal que el fundador tenga temores bien arraigados acerca del momento en que le toque soltar las riendas y dejar el mando en manos de las nuevas generaciones. No es algo fácil, en su mente, no solo se están apoderando de su empresa, sino de su proyecto de vida, de lo que le da significado a su existencia. Ya sea que lo expresen o no, existe una serie de motivos que re- sultan comunes entre los fundadores. He tenido la oportunidad de identificar muchos de ellos, así como conocer las posibles so- luciones que se pueden encontrar para remediarlos. C.P.C. y M.I. J osé M ario R izo R ivas Socio director de Salles Sainz-Grant Thornton en Guadalajara mario.rizo@mx.gt.com Hundirse con el barco o ceder el timón Comencemos con la frase más repetida en boca de un empre- sario familiar: “La empresa lo es todo para mí”. Es trágico, pero a la vez comprensible, que los fundadores se sientan mejor en la empresa que en su casa, porque es ahí donde pasan la mayor parte del tiempo y es lo que han aprendido a ad- ministrar de la mejor forma. Se presentan temores sobre lo que pueden perder si dejan de ser los líderes de la empresa; por ejem- plo: prestigio, poder, amigos, e incluso su puesto como figura de autoridad en su familia. Quizá detrás de esta frase, “la empresa lo es todo para mí”, está el mensaje de que no saben qué hacer si se retiran. ¿En qué voy a invertir mi tiempo? ¿Qué actividades me llenan más que trabajar en la empresa? ¿Con quién voy a com- partir lo que tengo? ¿Cómo voy a garantizar mi sustento? Lo irónico de esto es que todas estas preguntas, y muchas más que puedan surgir, ya tienen su respuesta, y esta se la dieron los fundado- res al momento de decidieron iniciar un negocio o fundar una empre- sa. No conozco a un empresario que, al echar a andar un proyecto, tuviera la intención de trabajar eternamente para este sin descanso. Por el contrario, todos los que inician una empresa lo hacen para incrementar el patrimonio familiar y mejorar el nivel de vida. En otras palabras, trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar. To- dos tenemos sueños de conocer el mundo, descansar, divertirnos, disfrutar los bienes que adquirimos, y más. Esta es la respuesta a todas esas preguntas. Lo que tenemos que hacer es recordar qué es lo que soñábamos hacer cuando no podíamos, para hacerlo ahora que tenemos el tiempo y los recursos. Además, impulsar ac- tividades por el bien de la comunidad ayuda a reenfocar las ener- gías, en vez de seguir invirtiéndolas en la empresa. Ahora bien, si el fundador sigue pensando que la empresa es todo para él, seguro su siguiente frase será: “Nadie puede dirigir la empresa como yo”. Existe la gran tentación de pensar que no hay persona que pue- da llegar a conocer y dirigir la empresa como nosotros lo hemos venido haciendo, puesto que tenemos toda la vida con ella (es El dilema del fundador de la empresa que no quiere enfrentar Índice de agosto L ic . E rnesto O´F arrill S antoscoy Presidente de Bursamétrica Colaboración especial de la Lic. Sofía Santoscoy Pineda El IMCE de agosto se debilitó a una tasa mensual de –1.32% tras haber rebasado el te- cho de las 70 unidades en julio pasado en donde tocó su mejor registro desde marzo de 2019 , al situarse en 69.34 puntos con 0.92 puntos menos. Esto fue derivado de una disminución en la situación actual de 67 a 66.27 puntos, equivalente a una tasa mensual de –1.09%. Por su parte, la situación futura , que representa los próximos seis meses, re- trocedió a un mayor ritmo , al hacerlo por –1.57% para colocarse en 73.18 puntos. En relación con agosto de 2020, el IMCE mantuvo una tendencia alcista por sexta oca- sión , sin embargo, lo hizo en menor medida, avanzando 24.81%, derivado de un alza de 17.50% en la situación actual y de 34.28% en la situación futura. De acuerdo con el IMCE de agosto, los principales elementos seleccionados como aque- llos que obstaculizan el crecimiento económico de México fueron: la situación COVID-19 que continuó en el primer peldaño , seguido por las condiciones de inseguridad en el país y la falta de capital. Diseño, metodología y cálculo elaborados por la Comisión de Análisis Económico del IMCP, con datos de la membrecía de los Colegios de Contadores Públicos Federados al Instituto, y aportantes externos de información.

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