Contaduría Pública marzo 2021

CONTADURÍA PÚBLICA 64 aprendidas se debaten y resumen las respuestas a las preguntas generales como las siguientes: ¿qué tuvo éxito? ¿Por qué? ¿Qué falló? ¿Por qué? ¿Qué nos falta hacer? Si tuviéramos que repetirlo, ¿qué haríamos en forma dife- rente? Si este enfoque funcionó antes, pero no funcionó en este proyecto, ¿cuál fue la diferencia en esta situación? ¿Qué lecciones de este evento o proyecto se pueden aplicar a otros aspectos de nuestro trabajo? De la discusión general se deben extraer conclusiones específicas, de tal suerte que, tanto los empresarios como su equipo directivo y sus colabora- dores tengan una clara visión de cómo progresar y hacerlo mejor la próxima vez y, sobre todo, en tiempos de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Las lecciones específicas aprendidas deben ser compartidas y trasmitidas a todos los empleados que se puedan beneficiar de tal cono- cimiento. Adicionalmente, la documentación de las lecciones aprendidas puede ser una gran ayuda como referencia para el futuro. Antes de diseñar nuevas estrategias o actividades es muy importante repasar las experiencias que están en el archivo e investigar más sobre el tema. El aspecto más importante para seguir aprendiendo es simple y sencillo; es ser abiertos y honestos. Si un empresario, directivo o un empleado está a la defensiva, se producirá poco o nada de aprendizaje. Responder a una retroalimentación negativa con racionalizaciones o negaciones, aunque es natural, entorpece el crecimiento y el mejoramiento. Los empresarios y directivos no pueden obligar a la gente a tener una mentalidad abierta ni a que sea receptiva, pero si debieran actuar como modelos de un papel positivo. Si el empresario es franco en sus comentarios y acepta de buen grado una retroalimentación negativa, sin fusilar al mensajero, otros miem- bros de la empresa también se abrirán. En todos los eventos atléticos, antes de ser un ganador, uno debe ser un buen perdedor. Mientras no se adopte una actitud abierta ante la derrota tomándola, analizándola, aprendiendo de ella, no se estará en capacidad de ser un buen ganador. El mismo principio se aplica al mundo de los negocios. El mejor experto también fue un día aprendiz. Los empresarios están enfrentando niveles de volatilidad, complejidad, am- bigüedad y de competitividad crecientes día a día. La mejora continua en todos los frentes del negocio, la revisión, reinvención y cambios en el modelo de negocios es un requisito mínimo para sobrevivir en los tiempos difíciles. Las iniciativas de mejoramiento e innovación representan una carrera sin fin; un proceso continuo y no una preocupación de un día o de una noche. Como decía Tom Peters: “Si no está roto, es porque no lo ha mirado lo sufi- ciente; repárelo, hágalo mejor”. Los empresarios y directivos que regularmente hacen sesiones de lecciones aprendidas están estableciendo la tónica para el mejoramiento continuo en su empresa y con ella la posibilidad de mantenerla como negocio en mar- cha, manteniendo y generando fuentes de empleo y economía para el país, que tanto las necesita. Los tiempos difíciles no duran para siempre, pero las personas fuertes sí. —Robert H. Schuller

RkJQdWJsaXNoZXIy MTMwNTgyMg==