Como parte de las etapas de la vida del ser humano la Cesantía es la relativa a llegar a los 60 años que, conforme a la ley 1973 inspirada en la esperanza de vida existente en la década de 1960, consideraba “viejos” a las personas de 60 años y más.
El avance de la ciencia, el cambio en las condiciones de vida, la alimentación y el acceso a la salud, han dado como resultado el incremento en la esperanza de vida, que en la mayoría de los países ronda por arriba de los 80 años. Sin embargo, la Ley del Seguro Social mexicana ha permanecido sin cambios en este apartado y para evitar problemas sociales como los ocurridos en Argentina y la mayor parte de Europa, los políticos mexicanos, incluida la actual administración, han preferido modificar en la ley, las condiciones para pensionarse, las tasas de contribución, todo menos modificar la edad de pensión.
Así, nos encontramos con mayores presiones económicas y sociales derivadas de este fenómeno; cada día crece más el número de personas de más de 60 años y la esperanza de vida de estos implica mantenerles un promedio de alrededor de 25 años, que idealmente la seguridad social deberá seguir pagando pensión tanto al trabajador como, a su falta, a su cónyuge e hijos menores de 25 años; este es otro aspecto que los cambios sociales muestran de manera creciente en los últimos años.
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