Durante 2021 la evolución de la economía mexicana se caracterizó por una modesta recuperación explicada, en parte, por el mayor dinamismo de la demanda externa, que se vio reflejado en un robusto crecimiento de la industria manufacturera mexicana. Por su parte, se presentó una mayor movilidad de los hogares mexicanos con el avance del programa de vacunación. Ello, aunado al dinamismo de las remesas familiares propiciaron un moderado repunte del gasto de los hogares. En contraste, la inversión privada mostró una débil recuperación posiblemente asociada a cierta incertidumbre ocasionada por la política económica que se ha instrumentado.
En 2022, la economía mexicana continuará su proceso de recuperación explicado por el dinamismo de la economía norteamericana (nuestro principal socio comercial). Asimismo, es probable que la recuperación del gasto privado se mantenga, pero a un ritmo moderado. Lo anterior contribuiría a que el PIB de México alcance un crecimiento de 2.2%. Cabe reconocer que dicho estimado de crecimiento se ubica por debajo de las previsiones de 3% del Banco de México y de 4.1% de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. También, cabe mencionar que, a pesar de nuestro pronóstico de crecimiento, el nivel del PIB de México continuaría por debajo de los niveles alcanzados antes de la recesión económica generada por el COVID-19.
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