L.C. y P.C. en P.L.D. Yolanda Cano Gutiérrez
Directora de YCCA Consultores Empresariales
yccaconsultores@gmail.com
Síntesis
El tráfico de migrantes, considerado un delito creciente que deja ganancias anuales de cerca de 7 mil millones de dólares, representa un negocio atractivo para los grupos delincuenciales y el reto de las autoridades para impedir que “el dinero sucio” se filtre al sistema financiero y que las empresas se obliguen a implementar sistemas de prevención de lavado de dinero.
Introducción
En las dos últimas décadas, la migración en todo el mundo ha alcanzado gran afluencia originada por las condiciones económicas, políticas y los problemas sociales; sin embargo, el factor más significativo es el económico, esto es, los individuos en la búsqueda de mejorar sus condiciones de vida son atraídos por lugares donde las oportunidades de educación, salud y laborales son más atractivas, sobre todo, estas últimas, ya que ofrecen mejores remuneraciones.
Vale la pena proponer las siguientes hipótesis:
- ¿Representa la migración una ventaja económica para el país de origen de los migrantes?
- ¿La competitividad y productividad deben ser factores que representen al país que acoge una ventaja comercial ante sus competidores?
No obstante, el costo por el tráfico ilícito de migrantes puede medirse por la pérdida de vidas y por ser considerado como un negocio mundial, que se estima, reditúa ganancias cerca de los 7 mil millones de dólares anuales, haciendo que las organizaciones de traficantes de migrantes tengan negocios altamente lucrativos, como refiere Ericka Aguirre:
Un estudio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC, por sus siglas en inglés) encontró, por medio de un estudio global, que los traficantes de personas obtienen un promedio de $7,000 millones al año como producto de sus actividades delictivas. El informe consigna que un mínimo de 2.5 millones de migrantes son tratados anualmente. Ericka Aguirre, coordinadora de proyecto y experta legal de la UNODC para América Central y el Caribe, le dijo a La Prensa Gráfica que el tráfico ilícito de migrantes es un delito transnacional de magnitudes “insospechadas pero invisibilizadas”, pues por su naturaleza “los traficantes de personas utilizan diferentes rutas y estrategias”. Otro de los hallazgos de la UNODC es que los delitos de crimen organizado transnacional están estrechamente vinculados entre sí, debido a que las organizaciones suelen dedicarse a diferentes rubros ilícitos que les generan ganancias (Flores, 2020).
Por lo anterior, cada vez toma mayor relevancia erradicar el riesgo creciente del tráfico de migrantes; sin embargo, esto no resulta una tarea fácil, ya que es justo en este punto donde se centra la problemática por ser una actividad compleja, ya que, para demostrar su responsabilidad, los polleros, coyotes o traficantes de personas, dependiendo de la región o de quien se refiera a ellos, deben ser detenidos en flagrancia. Esta figura es considerada también como un delito creciente de alto riesgo que conlleva al lavado de activos; esta “amenaza emergente” indica una tendencia creciente en la comisión de estos ilícitos.
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