Síntesis
Si bien todavía es incipiente la regulación en materia de comercio electrónico en México, con la reforma fiscal vigente en este año se dan pasos para la creación de un régimen, en específico para personas físicas, el cual significa un cambio de paradigma en la manera de cobrar impuestos, pues se introducen nuevas bases para la fiscalización de esta actividad digital.
Introducción
El empleo de dispositivos electrónicos como computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas y otros medios automatizados que permiten llevar a cabo la compraventa de productos y servicios ha revolucionado la
manera de hacer negocios y ha posibilitado el surgimiento del comercio electrónico .1 Esta práctica ha ido en aumento sobre todo por la accesibilidad, hoy en día existente, de las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC), las cuales han rebasado los controles legales existentes en las distintas jurisdicciones a escala internacional, fenómeno que causa disputas por la forma de fiscalización de este tipo actividades, y que funcionan y producen efectos legales al mismo tiempo en distintos países; además, es un tema controvertido, pues se debate y analiza cuáles son los órganos competentes para establecer los controles para imposición de gravámenes que surjan con motivo del comercio electrónico.2
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