“EL RETIRO Y LA SALUD SON DOS TEMAS QUE SUELEN IR DE LA MANO Y PARECEN SUMAMENTE LEJANOS, POR LO QUE POCAS VECES SE LES DA LA IMPORTANCIA ADECUADA”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Discriminación en México (ENADIS 2017), el 28.5% de las personas adultas mayores, 60 años y más, consideran que su pensión es insuficiente para cubrir necesidades básicas y el 22.5% enfrenta una falta de oportunidades para encontrar trabajo.
En adición, se reporta que el 37% de los adultos mayores depende económicamente de sus hijos o hijas. Por otro lado, de acuerdo con la encuesta de la Dirección General de Estudios sobre Consumo de Profeco en la Ciudad de México, el gasto en medicinas y médicos especialistas representa el segundo concepto de gasto mensual realizado por los adultos mayores.
Podríamos pensar que si contamos con atención médica por parte de la seguridad social cubriremos así nuestros
gastos de salud. Sin embargo se ha documentado que en México, el 50% de los gastos en salud son cubiertos por las personas directamente de su bolsillo. Así pues, debiéramos estar tomando acciones actualmente para generar un ahorro o un capital que nos permita enfrentar estos gastos en nuestra vejez.
Si consideramos una expectativa de vida de 20 años a partir de la edad de 65 años, se estima que el capital que necesitarías a dicha edad para pagar las primas de un seguro individual básico en los siguientes años estaría en
un rango entre: $2,000,000 – $4,500,000 por persona, dependiendo de las condiciones del seguro y el alcance de
su cobertura a nivel nacional. Es urgente que nos concienticemos del impacto que tiene en nuestra calidad de vida en la vejez el modificar nuestro estilo de vida, adquirir buenos hábitos alimenticios y de ahorro, hacer ejercicio, visitar al médico con mayor frecuencia y ser disciplinados en la continuidad de las terapias y tratamientos. Esto nos permitirá tener mejor calidad de vida, evitar impactos financieros por enfermedades no controladas y disfrutar de nuestras
relaciones interpersonales. En lugar de considerar la etapa de la vejez como un periodo de dependencia y de poco bienestar, sería de mayor utilidad cambiar nuestra percepción acerca de ella y planear la forma en que podremos disfrutar cada momento. Si comenzamos a planear desde ahora cómo incrementar nuestro bienestar en la vejez y tomamos medidas en términos de salud física y financiera, podremos disfrutar de una vejez plena.
Ana María Montes
Director de Consultoría y Compensaciones, Lockton México.