Por C.P.C. Santiago David Guadarrama Nieto/Socio SG Consultores, S.C./santiago.guadarrama@sg-consultores.com.mx
Por fin, México tomó cartas en el asunto para la prevención del lavado de dinero que, al parecer, se realizaba de forma sencilla y sin problemas. Recuerdo que hace ya mucho tiempo, México era tomado como un país en donde, si bien tenía candados, podía depositarse dinero sin restricción alguna, se compraban bienes inmuebles, joyas, autos de lujo, etc., en forma abierta y cínica; es decir, se podía “limpiar” el dinero tan fácilmente que nuestro país era donde se “lavaba más blanco”
El lavado de dinero, hoy en día es un problema complejo y de prioridad “triple A”, a nivel nacional e internacional, pues sus implicaciones económicas y sociales permean la funcionalidad de uno o más países, inclusive con sus alcances económicos esta actividad puede desestabilizar a un país a distancia.
La delincuencia ha inventado, perfeccionado y usado un sinnúmero de instrumentos y mecanismos que le permiten disponer de enormes cantidades de dinero que generan las ganancias de muchas actividades ilegales que crean esas ganancias; estas se insertan en el sistema financiero nacional y mundial y posibilitan la reinversión en la economía ilegal y legal, al mismo tiempo eluden los controles de los organismos de seguridad locales, estatales y mundiales sobre las transacciones de capitales de origen ilícito y un dinero libre de impuestos.
Así pues, por fin México ha decidido hacer frente al problema del blanqueo de los dineros mal habidos y el financiamiento al terrorismo.
Con la publicación de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI) en 2012, el reglamento y las reglas generales en 2013, México empieza, de forma contundente, a declararle la guerra a la delincuencia organizada.
Ya en 2005, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) había emitido una guía sobre operaciones inusuales y sospechosas; sin embargo, no fueron suficientes o no les hicieron caso, de tal forma que dichas operaciones se seguían dando de manera indiscriminada.
Ya hace mucho tiempo México tenía candados en el sistema bancario para prevenir los depósitos de dinero que no tenían un origen legítimo; sin embargo, eran laxos los controles de los bancos o no los aplicaban debidamente, aunado a que algunos bancos se prestaban para que les depositaran dinero sin tanto tramite, y claro, a ellos les favorecía captar dinero, prestarlo y ganar intereses.
Pero el sistema bancario no era ni es el único lugar para “lavar” el dinero, pues hay mil formas de hacerlo; como dije al principio, la creación de empresas que a veces son solo fachadas o máscaras de los malosos para presentarse como empresarios exitosos o, a veces forman empresas para que las dirijan hombres sin mancha y tener ahí invertido y lavado el dinero mal habido.
México se empieza a preocupar, pues hasta antes de la entrada en vigor de estas leyes y los controles que se han puesto, la economía fluía magníficamente, pero con mucha economía ilegítima.
Asimismo, debe poner atención y observar que no solo del narcotráfico y la corrupción se lava el dinero; hay más actividades que son ilícitas o, mejor dicho ilegales: el secuestro, la extorsión, la trata de personas, la piratería, la venta de facturas, los contratos ficticios, etcétera.
También México deberá estar atento a que, no solo el sistema bancario y las actividades vulnerables son blanco de los lavadores, sino que otras actividades económicas pueden ser invadidas por dineros no legítimos; por ejemplo, una cantina, una panadería, una fábrica, etc., donde un supuesto inversionista querría “ayudar” a esos negocios ofreciendo unos “ahorritos”, fruto de su trabajo de tanto tiempo.
Pero con lo que ha pasado a partir de 2013, no puede darse un veredicto acerca de lo adecuado de la ley y sus reglamentos y normas.
Hoy, la economía está semi paralizada, pues las personas que tienen dinero, ya sea lícito o ilícito están temerosas de lo que pueda ocurrir si mueven su dinero. Las cuentas bancarias se mueven con mucha cautela, no retiran, no depositan; sin embargo, lo que sí se ha estado moviendo es el efectivo, pues para muchos es la moneda de cambio que han utilizado siempre y con las restricciones lo utilizarán más.
A pesar de todo lo anterior, México ya empezó a aplicar estas leyes, pero debe perfeccionar las formas y los métodos para prevenir el lavado de dinero; no debe flaquear ante la presión que tendrá de los grupos delincuenciales que quieren introducirse en las actividades lícitas y honestas.
México debe aferrarse al establecimiento de principios conducentes a la identificación de las actividades lícitas y honestas, así como a la observancia de la ley, la colaboración entre autoridades judiciales y policiales, e inculcar en la sociedad la cultura de la legalidad.
Agradecimientos
Mi reconocimiento a varios amigos, ejecutivos de bancos, que tuvieron a bien contestar algunas preguntas sobre cómo se están moviendo los dineros en las cuentas bancarias que manejan.
Referencias: Diferentes artículos de revistas y periódicos.