M.A.N. y C.P. María Elena Gutiérrez Rivera
Selectos Administración
ESCA Santo Tomás, IPN
Investigadora en LNI
elena_gtz2577@yahoo.com.mx
Abordaremos un tema a veces ignorado en el ámbito del liderazgo: el fascinante aspecto del poder o la influencia; pero ¿qué tiene que ver el liderazgo con estos conceptos? El tema del liderazgo es apasionante desde la antigüedad. Cuando las personas piensan en él, de inmediato su mente trae imágenes de individuos dinámicos y poderosos que encabezan ejércitos triunfantes, que determinan el futuro de las naciones, crean religiones o dirigen imperios corporativos. Tal parece que los términos de dominio y poder erróneamente le otorgaron al hombre, particularmente de las naciones occidentales, el derecho de conquistar y dominar todo cuanto existe sobre la Tierra y fuera de ella
Apartir del siglo XVI y hasta nuestro días, con el solo hecho de llegar primero que otras naciones, los ingleses, españoles, franceses, holandeses, alemanes, italianos y, en la actualidad, los estadounidenses, entraron a la carrera del “descubrimiento” y plantaron su bandera en las regiones que convirtieron en sus colonias, atribuyéndose el derecho sobre todo ser viviente y sus recursos naturales; el mensaje es: el primero es el líder, el mejor… ¿El mejor de qué? ¿acaso existe una competencia? ¿cuál es el premio? Nuestros ancestros creían que la gente pertenece a la tierra, a diferencia de lo que piensan los modernos depredadores que creen que la tierra pertenece a la gente.
Paradigmas y liderazgo
El inagotable tema de los paradigmas es de sumo interés en este análisis, para lo cual veremos su definición, las cuales son patrones psicológicos y modelos a seguir; nuestros paradigmas pueden ser útiles y pueden salvarnos la vida si hacemos un uso apropiado de ellos; también pueden ser peligrosos si los consideramos verdades inmutables que se aplican a todo y los utilizamos como filtros de información nueva y de la mudanza de los tiempos a lo largo de nuestra vida; aferrarse a paradigmas obsoletos puede paralizarnos mientras el mundo avanza. Es importante reconsiderar nuestros paradigmas respecto a nosotros mismos, el mundo que nos rodea, nuestras empresas y otras personas porque el mundo está en cambio constante; poner en tela de juicio paradigmas antiguos (por ejemplo: la tierra es plana; Japón produce chatarra; nadie compra agua natural embotellada; un local en el que se consume café no es negocio; el modelo de negocios está basado en complacer a los jefes y gerentes; el líder es el que manda) supone un gran esfuerzo, pero no hacerlo también. Entonces, ¿liderazgo se refiere a tener y ejercer el poder sobre los demás? Tomando como referencia que el liderazgo es un proceso de influencia sobre la gente y que el poder que coacciona es un aspecto de la influencia, se deduce que el poder desgasta las relaciones. Por lo tanto, el nuevo paradigma del papel del líder no es mandar y dominar, su función es servir.
Seamos ejecutivos de mando medio o con cualquier otro cargo directivo, cuando queremos conseguir que la gente haga cosas, nos encontramos siempre con dos cometidos: la tarea y la relación humana. La clave del liderazgo es llevar a cabo las tareas asignadas fomentando las relaciones humanas. Desarrollar una empatía con presencia física, mental y emocional. La gente tiene necesidad de aprecio y ánimo, pues en lo más hondo de la personalidad humana existe la necesidad de ser apreciado (“apréciame, hazme sentir importante”, ser tratado con dignidad y respeto, ser capaces de contribuir al éxito de la empresa o sentirse parte de ella). Es fundamental elogiar a la gente, ya que recibir halagos sinceros y concretos es una necesidad humana legítima para que las relaciones humanas funcionen.
Los verdaderos líderes tienen la misión de cumplir con los cuatro objetivos genéricos de un negocio:
- Menor costo.
- Más cantidad.
- Más calidad.
- Más satisfacción de la gente a quien sirve.
¿Cómo lograr este último punto? construyendo relaciones funcionales, articuladas. Es recomendable tener una relación de simbiosis que funcione con los clientes, colaboradores, accionistas y proveedores. El líder es alguien que identifica y satisface las legítimas necesidades de su gente y elimina todo obstáculo para que pueda servir al cliente. Existe una importante diferencia entre satisfacer deseos y necesidades, pues un deseo es un apetito que no considera las consecuencias físicas o psicológicas, mientras que una necesidad es un requisito físico o psicológico para el bienestar de una persona. Las personas necesitan que se les motive para que sean mejores y, aunque no sea eso lo que deseen, el líder debe estar más al pendiente de las necesidades que de los deseos. Aquí cabe una pregunta del líder: ¿cuáles son las necesidades de mis colaboradores?
Autoridad y liderazgo
Por lo anterior, el liderazgo de largo alcance debe construirse sobre la autoridad, comprendiendo este término como “conseguir que la gente haga, de manera voluntaria lo que usted quiere, debido a su influencia personal”; de ello se deduce que tener autoridad sobre la gente requiere una serie de destrezas especiales, pues la autoridad tiene que ver con lo que usted es como persona, con su carácter y con la influencia que ha ido forjando sobre la gente mediante su comportamiento. Esa es la razón por la que la gente con poder, por lo general, se siente amenazada por la gente con autoridad.
El liderazgo empieza con la voluntad, la cual reflejamos al elegir el comportamiento que queremos proyectar, por lo que con la voluntad adecuada podemos identificar y satisfacer las legítimas necesidades, -no los deseos- de los que dirigimos; es decir, el liderazgo puede definirse con cinco palabras: “identificar y satisfacer las necesidades”.
Comportamiento
Ahora bien, entendiendo el comportamiento como la manera voluntaria de proceder que tienen las personas, en relación con su entorno; a continuación se presentan los comportamientos que un líder con visión de servicio debiera reflejar en su entorno:
- Paciencia. Mostrar dominio de uno mismo.
- Disciplina. Enseñar o entrenar. El objetivo de cualquier acción disciplinaria debe ser corregir o cambiar un comportamiento, entrenar a la persona, no castigarla. La disciplina puede ser progresiva: primer aviso, segundo aviso y, finalmente, “no estás ya en el equipo.”
- Afabilidad. Prestar atención, apreciar y motivar.
- Humildad. Es el reconocimiento verdadero de ti mismo y de tus limitaciones.
- Respeto. Tratar a los demás como si fueran personas importantes.
- Generosidad. Satisfacer las necesidades –no deseos- de los demás.
- Indulgencia: Evitar el rencor con quien nos perjudica.
- Veracidad. Informar a los colaboradores sobre los resultados de su trabajo, lo cual implica ayudarlos a tener perspectivas claras y hacerlos responsables.
- Compromiso. Atenerse a las propias elecciones contraídas. Se dice que “todo el mundo está dispuesto a involucrarse pero no a comprometerse”. El verdadero compromiso es una visión del desarrollo personal y del grupo junto con una mejora continua.
- Responsabilidad. Capacidad para responder.
De los puntos anteriores, ¿cuál le gustaría adoptar o reforzar como comportamiento? Practique el poderoso principio: “actuar creyéndosela”, lo cual no es lo mismo que expresar arrogancia, altivez, petulancia, soberbia, presunción. Se trata de actuar con confianza, recuerde que esta se basa en el conocimiento, la convicción del comportamiento que desee proyectar. Por ejemplo, si quiere ser paciente actúe creyéndosela, como si fuera el más paciente de los seres humanos, y verá cómo funciona, y si insiste con esa actuación, se volverá parte de su personalidad. Habrá quien opine, “pero eso es mentir”. No. Eso es formar el carácter a la luz de ejemplos que podemos imitar. Recuerde: ¡tiene que creérsela!
Para concluir, se puede decir que el liderazgo es lo que usted es como persona, es cuestión de carácter. Para concluir comparto el siguiente pensamiento de Mohandas Karamchand Gandhi:
Vigila tus pensamientos, se convertirán en palabras.
Vigila tus palabras, se convertirán en actos.
Vigila tus actos, se convertirán en hábitos.
Vigila tus hábitos, se convertirán en tu carácter.
Vigila tu carácter, se convertirá en tu destino.
Referencias
- Hunter, James C., La paradoja, México, Urano, 2012.
- Maxwell, John C., Leadership 101, Estados Unidos, Caribe Betania Editores, 2002.
- Diferencias en el estilo de liderazgo de los ejecutivos, entre empresas multinacionales que operan en costa rica y empresas locales, consultado el 09/07/2014, en: http://www.grupodesarrollohumano.com/pdf/Diferencias.pdf
- Paradigmas: el negocio de descubrir el futuro, consultado el 07/07/2014, en: http://www.redalyc.org/pdf/212/21207807.pdf
- The Bases of Power and the Power/Interaction Model of Interpersonal Influence, consultado el 09/07/2014, en: http://tlweb.latrobe.edu.au/education/learning-materials/classroom_management_online/Power/images/Power%202008%20Raven.PDF