Mtro. en Desarrollo Humano Joaquín I. Peón Escalante
Director General de Gestión del Conocimiento, S.C.
joaquin.peon@gmail.com
Hace casi tres años, que todos los días escuchamos las cifras terribles del desempleo en España. La gráfica que se presenta en la siguiente página, publicada por Mariano Zafra en El País, el 25 de julio de 2013,1 muestra la evolución de este fenómeno por comunidad en los últimos 25 años. Son cifras como para quitarle el sueño a cualquiera
Cuando la figura se refiere a los jóvenes, el cuadro resulta mucho más dramático, aunque recientemente ha mejorado un poco. Según La Información,2 la situación más reciente es esta:
El número de jóvenes en paro menores de 25 años descendió en 27, 100 personas durante el segundo trimestre, lo que supone 2.8% menos que en el trimestre anterior, situándose la cifra total de jóvenes en situación de desempleo en 933,300, de acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el INE. La tasa de paro juvenil retrocedió así hasta 56.13%, al término del segundo trimestre, lo que supone 1.1 puntos menos que en el trimestre anterior, cuando el desempleo de los jóvenes menores de 25 años se situó en 57.22%.
Cerca de un millón de jóvenes españoles no encuentran empleo, esto es, más de la mitad y casi dos terceras partes de la población de 15 a 25 años. Muchos de ellos, casi la mitad, ya tienen más de un año buscando trabajo y no lo encuentran. Es una cifra aterradora, pues ¿qué les queda por hacer para continuar con su vida?, ¿intentar el ambulantaje, al estilo mexicano? o ¿emigrar? (miles lo están haciendo a Panamá, México, Alemania, etcétera). América Latina ya tiene un problema real en este sentido. Por ejemplo, es casi medio millón el número de ecuatorianos que han emigrado a España buscando trabajo:3
El número de ecuatorianos en España se ha incrementado casi en 27,000 personas en el lapso de un año, según los registros del Ministerio de Trabajo e Inmigración. Las cifras, que contradicen al rumor sobre el masivo retorno de ecuatorianos a su país debido a la crisis europea, certifican que 409,125 compatriotas cuentan con permisos de residencia en España. La cantidad supera a la que se registraba en junio de 2010, que revelaba la presencia de 382,129 ecuatorianos en territorio español.
Más allá de los malos manejos de la economía española, esto es un reflejo más de una economía mundial no centrada en la persona, en el bienestar individual y familiar. En el fondo, todo ha sido diseñado para que los costos laborales bajen y la producción y la productividad suban y suban. Vivimos media modernidad, por así decirlo. En lo técnico sí, todo lo que haga falta: nuevos sistemas, computadoras y más; pero en lo humano, todo lo contrario. La competitividad se quiere lograr no por ofrecer algo mejor al mercado a un menor precio, sino por tener empleados dispuestos a trabajar de 12 a 14 horas al día. Como en China. Y este modelo no es sostenible a largo plazo.
La automatización (skilled work without the worker) se ha encargado de anular muchos puestos de trabajo, todos lo sabemos. En España, en México y en casi todo el mundo. También hay que aceptar que la ambición financiera sin límite del gran capital (maximize value to shareholders) ha logrado que cada vez más dinero llegue a las manos de los dueños y accionistas y menos a las de los trabajadores. Hay un desequilibrio que se vuelve peligroso a largo plazo. Los llamados Ni-Ni tienen el potencial de volverse delincuentes. Estamos asustados por la falta de seguridad, pero las causas profundas vienen de una muy baja calidad educativa y de una falta de equilibrio y armonía entre los factores de la producción.
Es tan obvia esta situación que hasta suena aburrido comentarla, es un cliché, hablar del tema. En el fondo, el mundo se ha deshumanizado en una forma impresionante. Claro que hay que tener políticas públicas prudentes para el manejo de los recursos del estado.
Hay que admitir que los españoles no hicieron esto muy bien que digamos. Pero la crisis del desempleo nos enseña que tenemos que volver a una sociedad centrada en valores y al servicio de las personas, no solo de los grandes capitales. Es la única manera de recuperar un balance que permita aspirar, a medio plazo, a un empleo creciente en España y en México.
Consultar: http://elpais.com/elpais/2013/07/25/media/1374739726_952258.html
Referencias
1 http://elpais.com/elpais/2013/07/25/media/1374739726_952258.html
2 http://noticias.lainformacion.com/mano-de-obra/empleo/la-tasa-de-paro-juvenil-se-situa-en-el-56-13_APzptn7mYA7bB4Wnv2N9w2/
3 http://www.eluniverso.com/2011/08/26/1/1360/crece-numero-ecuatorianos-espana-pese-crisis.html