L.C.P. Ernesto Alfonso Román Salcido
Impuestos y servicios Legales-Dawson México-Román, Solis, García Velázquez, S.C.
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Hoy en día las Asociaciones Civiles (A.C.) realizan la más loable labor que puede existir: ayudar a los demás sin más correspondencia que el beneficio para los más necesitados, y obtienen la satisfacción de servir a una persona necesitada, con un estricto sentido de justicia
La manera en que se traduce en una ayuda real o, al menos, la forma más segura para que se destinen dichas aportaciones a las causas verdaderas es mediante las asociaciones que fueron constituidas con tal objetivo, ya que estas brindan seguridad sobre el destino real de estos recursos; sin embargo, una vez funcionando las asociaciones se enfrentan al más grande objetivo de todos, la obtención de recursos que los ayuden a cumplir sus metas; entonces, la procuración de fondos viene a ser el motor que pone en funcionamiento la maquinaria de una A.C.
Pareciera que por la función que desempeñan las A.C. se esperaría que el Gobierno financiara sus operaciones, pero, esto no sucede así, por lo que las A.C. tienen la doble función de prestar los servicios y procurar un financiamiento para cubrir sus servicios.
Al buscar ayudar para los menos afortunados, las A.C. tienen un compromiso; para cumplirlo, es necesario una obtención permanente de recursos; hay que identificar que las asociaciones jamás van a dejar de procurar donativos, porque en toda su existencia van a tener necesidades, ya que para eso fueron creadas. Más aún, la forma de obtener estos recursos implica establecer estrategias de recaudación de fondos que van desde utilizar los métodos comunes hasta aplicar los más novedosos, sin más límites que su creatividad y sin dejar de recordar que la meta real no es conseguir un donativo, sino conseguir un bienhechor; el donativo es aislado, el bienhechor continuará donando en diversas ocasiones, ya que se identifica con el fin de la A.C.
Al obtener un donante debemos ubicarlo en el ámbito de la A.C., pues el donante es un símil de un inversionista solo que la utilidad que espera recibir es que su aportación genere un cambio para bien de la humanidad, aunque sea pequeño; que se traduzca en beneficios para los más necesitados. Por lo tanto, la A.C. debe garantizar que los donantes se mantengan al tanto del destino de sus aportaciones, porque de esta forma permanecerán cerca de la asociación y pueden ser, nuevamente, donadores.
Planificación
Como toda empresa corporativa, las A.C. deben tener definidas sus metas; cómo lograrlas implica la identificación de estrategias de procuración, para lo cual es necesario realizar un proyecto en donde se establezcan hacia donde dirigen sus objetivos: cómo van a conseguirlos, quiénes son los responsables, cuál es el tiempo estimado, etcétera. Es decir, todo movimiento que la A.C., realice deberá ser de una forma ordenada y planificada; en caso contrario, esa asociación está condenada a pasar las penurias del faltante de flujo y a vivir, cada vez más, las angustias de cómo cubrir sus gastos.
Donadores
Partiendo de los postulados básicos de que las personas no dan dinero, sino hasta que alguien les pide y dan dinero al ver más oportunidades que necesidades, se tiene que plantear una estrategia que permita obtener los recursos conociendo a sus donadores. Se debe conocer que las razones por las que se dan donativos son: porque existe la responsabilidad cívica, la generosidad, la buena imagen y la deducción de impuestos.
Hablando de la deducción de impuestos, la donación ha sido buen negocio para la empresa, porque al ayudar a una asociación, se crea una imagen de carácter humanitaria para sí y para sus productos; además, la donación es deducible de impuestos, lo cual podría ser la respuesta a la pregunta obvia de qué obtiene la empresa si apoya a una A.C.
Procuración de fondos
La obtención de fondos es el trabajo más difícil que le toca realizar a la A.C. Para ello, debe valerse de lo que podría considerarse como estrategias de ventas y mercadotecnia en una empresa, que son las técnicas de procuración de fondos, entre las que podemos señalar algunos ejemplos:
Donaciones
Una de las grandes ventajas de las donaciones es la posibilidad de su deducción; esto es por medio de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, que aunque ha limitado el monto de deducir con base en la utilidad, sigue siendo una poderosa herramienta para obtener donativos. Es necesario señalar para que sea atractivo para el donante se tiene que otorgar un comprobante que reúna requisitos fiscales que le permitan al donante deducirlo; si no se cuenta con los comprobantes se debe evaluar la posibilidad de convertirse en donataria autorizada, para lo cual se necesita realizar los trámites y obtener la autorización.
Donaciones en especie
Revisar periódicamente el portal Web del Servicio de Administración Tributaria (SAT) en el rubro correspondiente a destrucciones, debido a que por ley, todo aquel que desee destruir mercancía deberá ofertarla durante cierto tiempo mediante el portal del SAT, por si alguna donataria quiere disponer de esa mercancía, y de ser afirmativo se lo hará saber al donante.
Donaciones a proyectos específicos
Al solicitar apoyo para causas o proyectos específicos se debe tener un presupuesto a lograr y establecer claramente la meta económica; es decir, diversificar las causas a beneficiar y las cantidades necesarias para su cumplimiento.
Promociones y eventos
Esto consiste en asociarse con alguna empresa, para que por la compra de un producto de esta última, un porcentaje sea destinado a la A.C., la cual se encarga de hacerle publicidad y motivar a que consuman el producto.
Otra forma es mediante la realización de eventos deportivos, culturales, festivales y demás, que pueden ser patrocinados por las empresas.
Empresa propiedad de una A.C.
Se puede adquirir la concesión de una empresa que genere utilidades o constituirla para que las utilidades de la empresa tengan como destino único apoyar a la Asociación Civil.
Público en general
Destinar esfuerzos de procuración al público en general puede ser una labor maratónica, ya que incluye todos los métodos: anuncios en los medios, recolectas y otros; sin embargo, puede ser muy redituable si se hace con orden, ya que el público en general es por lo regular quien más se identifica con las necesidades de los menos afortunados.
El agradecimiento
La tarea de procuración de fondos no termina con la obtención del donativo, ya que sigue la labor de volver a dicho donante un bienhechor, convertirlo en un miembro más de la A.C., para que se comprometa con los objetivos y de una u otra forma represente un beneficio para la esta. Además, recordemos que debemos agradecer a quien, aunque no donó o no lo decide aún, pero otorgó su tiempo para recibir y escuchar el proyecto.
Siete veces gracias
Enviar una carta de reconocimiento al donador, firmada por el presidente de la A.C., demostrándole que se logró el objetivo, es el mejor plan para agradecer:
- Invitarlo a formar parte de la A.C., vía la Asamblea.
- Enviarle publicaciones de la A.C.
- Invitarlo al evento anual.
- Invitarlo a visitar la A.C.
- Regalarle un detalle simbólico, que si es realizado por los beneficiados: niños, ancianos, es mejor.
- Regalarle una tarjeta de cumpleaños o de Navidad.
Cuando el bienhechor se siente valorado por la A.C., se motiva a seguir aportando recursos, porque esta le ha hecho sentir que su apoyo es muy importante. Aquí las estrategias de mercadotecnia normales de una simple operación postventa pueden funcionar a la perfección, debido a que un bienhechor que se siente valorado se convertirá en una fuente de recursos en años siguientes.
Corolario
Para que una Asociación Civil pueda procurarse fondos debe contar con una estructura definida y una organización administrativa firme, a fin de cuentas son empresas sociales y como toda empresa requieren de procedimientos para su labor. La procuración de fondos es una importante labor que debe ser planificada, si bien no siempre se obtendrá el donativo ideal, tratar de obtenerlo por mínimo que parezca, siempre sumará, por eso es indispensable dar seguimiento al donante y agradecerle para que se sienta parte de los fines de la asociación, y se vuelva un bienhechor que en el futuro ayude a la Asociación Civil.