C.P.C., Mtro., L.C. Benjamín Reyes Torres/Presidente de la Comisión de Vinculación con Instituciones Gubernamentales del IMCP e Integrante de la Comisión Gubernamental del IMCP/bere100@prodigy.net.mx
Ilse Reyes Quezada/Integrante del Comité de Interacción de Contadores Universitarios/Estudiante de Contaduría en la Universidad Panamericana
Investigaciones del Banco Mundial señalan que existe una relación negativa entre el crecimiento económico y la corrupción. La corrupción actúa como un impuesto regresivo, y castiga a los ciudadanos más pobres y a las empresas más pequeñas. Restringe el acceso de los ciudadanos más vulnerables a los servicios y se vincula con una menor calidad de los servicios públicos. Representa un gran costo para las empresas. Según una estimación, anualmente se roban a los países en desarrollo entre US$20,000 y US$40,000 millones,1 así lo señaló Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, en un discurso en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, EE.UU.
En el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, la palabra corrupción (del lat. corruptio,-ōnis) se define como la acción y efecto de corromper o corromperse; alteración o vicio en un libro o escrito; vicio o abuso introducido en las cosas no materiales; corrupción de costumbres, y en las organizaciones, especialmente en las públicas como la práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquéllas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.2
En los antecedentes de nuestra profesión, identificamos el poner orden en las actividades financieras y el control de bienes, para comprobar la honestidad de los administradores de bienes y dinero de otros; o también la voluntad de los administradores para demostrar su honradez, lo cual expresa la función de generar confianza en los usuarios de los trabajos en los que interviene el Contador Público.
Desde tiempos remotos, llevar registros contables era una práctica necesaria para controlar y revisar el manejo honrado de los dineros. Esto lo identificamos en el caso descrito en un papiro de Zenón, que refiere que en el año 254 a.C., Apolunios, ministro de finanzas del rey Filadelfo de Egipto, contrariado por haber descubierto que fueron pagados de su caja siete talentos de plata sin autorización, ordenó que se comprobaran las cuentas de Aristeo, uno de los tesoreros, y las del mayordomo Artemidoro. La orden también la hizo extensiva a Zenón, administrador de todos sus intereses y jefe de Contabilidad, para que preparara sus cuentas a fin de ser inspeccionadas por Pythen, banquero del estado, a quien deberían entregar los fondos que tuviesen en su poder y le serían devueltos más tarde.
Actualmente, como resultado del cumplimiento del marco ético y normativo a que está sujeto el trabajo del Contador Público colegiado, se tiene gran aceptación en los sectores privado, gubernamental y de servicios, y goza de gran confianza entre los ciudadanos; por ello, su participación en el funcionamiento del Sistema Nacional Anticorrupción resulta de gran utilidad, lo cual hace necesario que en la conformación de los actores para implementar y vigilar la aplicación de las leyes en materia de combate a la corrupción, se otorgue un lugar relevante al profesional contable por su experiencia en técnicas para prevenir, detectar, disminuir y erradicar este mal que afecta a nuestras organizaciones y sociedad.
En México, escuchamos y leemos de manera reiterada referencias y opiniones sobre la corrupción y las estrategias para su combate; sin embargo, es necesario recordar que la práctica de la corrupción es un fenómeno generalizado a escala mundial que se presenta en el sector gobierno y privado, y preocupada por su alto crecimiento y efectos en el ámbito mundial, incluido el financiamiento a la delincuencia y terrorismo, la comunidad internacional firmó la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción el 9 de diciembre de 2003 en la ciudad de Mérida, Yucatán, México.
La Convención, en su preámbulo, precisa la preocupación por la gravedad de los problemas y las amenazas que plantea la corrupción para la estabilidad y seguridad de las sociedades al desmejorar las instituciones y los valores de la democracia, la ética y la justicia, y comprometer el desarrollo sostenible y el imperio de la ley.
La Convención pide que los estados adopten medidas preventivas y tipifiquen las formas de corrupción más frecuentes, tanto en el sector público como en el privado; en este instrumento se tipifican 11 actos de corrupción:
- Soborno de funcionarios públicos nacionales.
- Soborno de funcionarios públicos extranjeros y de funcionarios de organizaciones internacionales públicas.
- Malversación o peculado, apropiación indebida u otras formas de desviación de bienes por un funcionario público.
- Tráfico de influencias.
- Abuso de funciones.
- Enriquecimiento ilícito.
- Soborno en el sector privado.
- Malversación o peculado de bienes en el sector privado.
- Blanqueo del producto de los delitos de corrupción.
- Encubrimiento.
- Obstrucción de la justicia.
Como podemos observar, la mayoría de los actos o conductas antes citadas están vinculadas con la actividad empresarial y gubernamental, así como con el control de bienes privados o públicos; ambas son áreas relacionadas con la actividad del Contador Público en su responsabilidad de establecer controles contables, financieros y de verificación para prevenir y detectar actos irregulares. Asimismo, en su compromiso de generar la información necesaria para que dichos actos puedan ser evitados o sancionados. Analicemos los siguientes datos:
En el Informe Latinobarómetro 2015 se señala que países donde hay más conocimiento de corrupción tienen una percepción menos acentuada de ella, ya que pasa a ser parte de las características propias y no llama tanto la atención. Otros países donde el fenómeno no es tan frecuente, y hay escándalos de corrupción, la ciudadanía reacciona con más intensidad. La corrupción se percibe entre 7 y 11% en México, Colombia, Bolivia, Argentina, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Perú. Caso aparte es Brasil con 22%. En otro grupo de países, Costa Rica, Honduras, Chile, Venezuela, Guatemala y Nicaragua, la corrupción se ubica entre 1% y 6%. En Uruguay y El Salvador ni siquiera aparece mencionada.3
En la Encuesta de fraude en México 2010, publicada por la firma KPMG, se asevera que en la incidencia de fraudes en América Latina, de forma comparada con otros países de la región (Argentina, Brasil, Chile y Uruguay), se puede observar que México sigue presentando los índices de incidencia de fraude más altos, pese a que en varios de estos países se registró un incremento en la incidencia de fraudes.4
Recientemente, en una conferencia organizada por la Comisión de Ética del Colegio de Contadores Públicos de México, se hizo el cuestionamiento de cómo podíamos los Contadores Públicos contribuir a evitar el flagelo de la corrupción ante la emisión de las leyes secundarias en materia de combate a la corrupción. En este tema es necesario tener presente que la formación académica y profesional incluye desde muy temprano la adquisición de técnicas de control contable, administrativo, financiero y de auditoría, entre otras, entrenamiento que permite en las organizaciones tener posiciones de influencia para establecer mecanismos para prevenir, detectar y, en su caso, denunciar actos de corrupción. Por ello podemos afirmar que nuestra profesión tiene la gran oportunidad de abrir los espacios necesarios para contribuir con apoyo en las leyes secundarias recién publicadas al combate de este fenómeno, que afecta no solo a nuestro país, sino a varias naciones del mundo.
En las leyes secundarias en materia de combate a la corrupción, se hace mención a la conformación de un Código de Ética, a sistemas de denuncia que estarán sustentados en informes de Contabilidad o de auditoría, a establecer mecanismos de prevención en las organizaciones federales y estatales, así como al establecimiento de sistemas de control interno reforzados, acciones que como podemos observar están relacionadas con la actividad habitual del Contador Público. En próximos artículos comentaremos el contenido específico de las leyes secundarias anticorrupción en lo relativo a la actividad del profesional contable.
Conclusión
Cuando estudiemos o hablemos de corrupción recordemos que la práctica de la corrupción es un fenómeno con crecimiento generalizado a escala mundial, que se presenta en los sectores gobierno y privado, y que no es un fenómeno exclusivo de nuestro país.
En el combate directo y decidido a los actos de corrupción, la participación del Contador Público –por su entrenamiento técnico y ético–, garantiza eficacia en la prevención y detección de acciones apartadas de la norma y de la ética. Para el Contador Público se abre un nuevo campo de actuación relacionado con el establecimiento y vigilancia de programas de prevención y detección de fraudes en las organizaciones privadas y públicas.
Ante los nuevos sistemas anticorrupción es indudable que los informes preparados por el Contador Público servirán para demostrar la existencia o no de actos de corrupción, ante las autoridades correspondientes, con lo cual nuestra profesión participará en el combate a la cultura de la impunidad que prevalece en México, y en colaboración con otras profesiones eliminar la incertidumbre jurídica de ciudadanos, empresarios y de la sociedad en su conjunto. Esta puede considerarse como otra área de desarrollo para el Contador Público.
La profesión contable debe intensificar la difusión de su experiencia técnica y ética en temas de control interno, para que los sectores gubernamental y privado valoren la ventaja de este profesional, a fin de prevenir y detectar actos de corrupción.
Es necesario que las empresas enfrenten el reto de mejorar su capacidad de control interno y prevención de actos de corrupción, valorando el costo-beneficio de estos controles ante las acciones de fraudes. Es imperioso realizar un cambio cultural y pasar de la estrategia reactiva a la preventiva.
En el sector gubernamental es necesario que las entidades de fiscalización y los órganos de control entiendan que los profesionales de la Contaduría son importantes aliados para cumplir con su función de asegurar que el gasto no contribuya al enriquecimiento ilícito.
Podemos intuir que en el corto y largo plazo la actividad de los Contadores Públicos tendrá más reconocimiento por su valor social, debido a que aportan conocimiento especializado sobre la forma de operar del gobierno; contribuyen a generar un marco de contrapesos y equilibrios en la sociedad, ya que con acciones combaten la corrupción y otras ineficiencias de la gestión gubernamental y privada, y promueven la rendición de cuentas en un mundo de información imperfecta.
Con lo anterior, podemos vislumbrar un buen futuro para el Contador Público, quien podrá desarrollar y compartir su experiencia y conocimiento.
Referencias
1 Banco Mundial, “Discurso del presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, sobre la lucha contra la corrupción en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales”, 30 de enero de 2013. Disponible en: http://www.bancomundial.org/es/news/speech/2013/01/30/world-bank-group-president-jim-yong-kim-speech-anti-corruption-center-for-strategic-and-international-studies.print
2 Real Academia Española, Diccionario de la lengua española. Disponible en: http://dle.rae.es/?id=B0dY4l3
3 http://www.latinobarometro.org/latNewsShow.jsp
4 KPGM, “Resumen ejecutivo”, en Encuesta de fraude en México 2010. Disponible en: https://www.kpmg.com/MX/es/IssuesAndInsights/ArticlesPublications/Documents/Estudios/Encuesta_fraude_en_Mexico_2010.pdf