Dra. Martha Nelly Garza Garza
Socia fundadora de la firma Gurú Fiscal, profesora en la EGADE Business School Monterrey del Tecnológico de Monterrey y en el Instituto de Especialización para Ejecutivos
nellygarza@tec.mx
La profesión contable en México, según el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), surgió el 25 de mayo de 1907, es decir, tiene más de 100 años. Durante los últimos años se ha tenido una gran cantidad de modificaciones fiscales, lo cual ha hecho que la figura del Contador adapte su actuar para seguir siendo pieza clave en la toma de decisiones de las organizaciones.
¿Por qué considero que la licenciatura en Contaduría Pública será relevante en este sexenio? En el poco tiempo que el actual gobierno ha estado dirigiendo la política fiscal se han tenido reformas fiscales trascendentes; a pesar de no haberse incluido nuevos impuestos, sí se han realizado cambios en las disposiciones fiscales, en algunos casos, con la intención de alinear a México con la iniciativa BEPS (Base Erosion and Profit Shifting) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y en otros casos, para inhibir la emisión o adquisición de comprobantes fiscales que amparan operaciones simuladas. Para estos objetivos, así como en otros, la licenciatura en Contaduría Pública y, especialmente, la figura del asesor fiscal, cobran relevancia, porque las decisiones que se implementen en las organizaciones deberán efectuarse después de realizar un análisis “multidisciplinario” de todas las leyes fiscales y revisar a detalle los lineamientos para que no se no cometan infracciones fiscales o penales.
El Modelo Tec21, que implementó el Tecnológico de Monterrey, muestra la evolución de la licenciatura en Contaduría Pública, porque mediante este modelo los alumnos experimentarán directamente el impacto en los cambios fiscales que se hagan en las organizaciones participantes. Asimismo, como profesores tendremos el reto de desarrollar las habilidades de análisis en los alumnos de Contaduría Pública, para que la toma de decisiones que realicen sea con el debido cumplimiento de todas las disposiciones fiscales y no se cometan infracciones en este sentido.
Es importante destacar que, a pesar de que algunos procesos contables y fiscales se han simplificado para los contribuyentes, eso no implica que la figura del Contador pase a ser no indispensable, puesto que la terminología, el análisis multidisciplinario que ahora se requiere de las leyes, la hermenéutica fiscal, entre otros, son conocimientos que se aprenden en la licenciatura y se perfeccionan con la experiencia laboral.
A manera de conclusión, pese a que la tecnología ha permitido simplificar ciertos procedimientos contables y fiscales, el rol del Contador es y seguirá siendo pieza fundamental para las organizaciones e individuos. Es necesario que, cada uno de los que ejercemos esta profesión, adaptemos nuestro actuar y nos sigamos capacitando para hacer frente a los retos fiscales que demande la autoridad hacendaria, protegiendo dentro del marco legal, los intereses de las organizaciones que confían en nuestros servicios.